Ayer el Dow Jones sufrió un serio revés: ya ha caído durante las últimas seis jornadas, y ayer se hundió casi 300 pts, o un 1.15%. Ésa es su peor racha desde marzo de 2017, cuando retrocedió durante ocho jornadas consecutivas. Más moderados fueron los descensos del S&P’s 500 (-0.4%), que ha retrocedido durante tres jornadas seguidas (o cuatro en las últimas cinco) y del Nasdaq, con una pérdida del 0.28%. La causa de los males estos días está en los posibles efectos sobre las ganancias corporativas de una “guerra comercial” que cada vez parece más abierta.
Lo que falta es claridad: poco a poco las amenazas se van materializando, y eso a los mercados no les gusta. Del miedo a una guerra comercial se ha pasado a una realidad. El primero de junio, la Casa Blanca decidió no prorrogar la exención de aranceles sobre el acero y el aluminio a sus socios del TLCAN (México y Canadá) y a la Unión Europea, y todos ellos respondieron con represalias. El viernes pasado decidió que, empezando el 6 de julio, impondrá un arancel del 25% sobre importaciones chinas por una valor de 50,000 millones de dólares (mdd). China aseguró que tomará represalias y que Estados Unidos había detonado una “guerra comercial”. Asimismo, canceló su promesa de que compraría más bienes estadounidenses. El arancel estadounidense está diseñado para castigar a China por el robo de propiedad intelectual, tecnología y secretos comerciales, y afectará a sector aeroespacial, de robótica, manufactura y automotriz.
Pero además hay más amenazas: encargó una investigación para dilucidar si, por razones de “seguridad nacional” se podría imponer un arancel del 25% sobre el sector automotriz. Y el lunes advirtió a China que podría colocar un arancel adicional de 10% sobre las importaciones chinas por un valor total de hasta 400,000 mdd en caso de que China tome represalias. Por eso ayer Nueva York volvió a caer. Y el Shangai Composite se desplomó un 3.8% a su nivel más bajo desde mediados de 2016.
EL Dow fue especialmente castigado por los fuertes descensos de dos de sus empresas industriales: Boeing (NYSE:BA) y Caterpillar (NYSE:CAT), las cuales están muy implicadas en el mercado chino y han permanecido muy sensibles a las tensiones comerciales con China. Beijing ha advertido que no tendría problemas en comprarle aviones a Airbus (PA:AIR). Boeing ayer cayó en picado con un descenso del 3.8% y Caterpillar perdió un 3.6%.
Mientras que las grandes corporaciones empiezan a presionar a Donald Trump, el presidente estadounidense sigue con su estrategia seguro de que el país tiene el mango por la sartén en las negociaciones. Para ellos, sobre todo el ala dura representado por el asesor en comercio, Peter Navarro, y el representante comercial Robert Lighthizer, China es el que más tiene que perder y representa un riesgo fundamental para la economía estadounidense que debe ser atajado, incluso si implica algunos daños para su economía. Sin embargo, China se ha mostrado reticente a negociar bajo amenazas y no hay indicios de nuevas negociaciones en el horizonte. Si los objetivos que busca Estados Unidos se lograrán si adopta una posición más agresiva no están de momento nada claros. Ahora bien: tampoco China de momento ha dado detalles de las represalias comerciales que adoptaría a partir del 6 de julio.
Así están las cosas, y esa falta de claridad es lo que tiene al mercado en vilo. Es verdad que a veces esas amenazas no se han materializado y Estados Unidos ha retrocedido, pero esta vez parecen más convencidos de que es preciso una postura dura. Veremos.
Hoy los mercados, tras tanto susto, se toma un respiro y busca un rebote que detenga la sangría. Los futuros sugieren una apertura al alza. En el momento de escribir esta nota, los futuros del Dow Jones se elevan 118 pts, por lo que en la apertura registrará una ganancias de cerca del 0.5%. Por otro lado, los futuros del S&P’s 500 ascienden 8.5 pts y ajustados por “fair value” ganan 9.0 pts y los del Nasdaq 100 se incrementan 36 pts y ajustados por “fair value” 35.2 pts.
En Europa, también rebotan algo las bolsas: el Dax de Fráncfort avanza un 0.5%, el Cac-40 de París un 0.3%, la bolsa de Milán un 0.8% y el Ibex-35 de3 Madrid un 1.2%. En Asia, y tras el derrumbe de ayer, el Shangai Composite apenas logró sacar la cabeza un 0.27% en tanto el Nikkei de Japón avanzó un 1.24% y el Hang Seng de Hong Kong un 0.77%.
Además del tema de la guerra comercial, el mercado mira al petróleo. El viernes hay reunión de la OPEP, y también hay confrontación en su interior. Más jugosa aún será la del sábado, cuando se reúne la OPEP junto a países ajenos a la OPEP, como Rusia. El precio del crudo alcanzó recientemente máximos de tres años y medio. Estados Unidos, que causó parte de esa alza al imponer sanciones sobre Irán tras romper el acuerdo nuclear, reclama ahora que se relaje el acuerdo de la OPEP e incrementen la producción para reducir los precios del petróleo. Los combustibles han aumentado mucho justo ahora que empiezan las vacaciones de verano, cuando los estadounidenses salen de viaje y tendrán que llenar sus depósitos, lo que golpeará sus bolsillos.
Arabia Saudí y Rusia parecen conformes en incrementar la producción de crudo para reemplazar el esperado descenso en la extracción iraní derivado de las sanciones. Sin embargo, ni todos quieren bombear más petróleo ni está claro que tengan la capacidad para hacerlo.
Rusia sí está preparada: su ministro de petróleo, Alexander Novak, propuso incrementar la producción en 1.5 millones de barriles extras al día. Con los precios altos, las petroleras rusas están dispuestos a abrir el gripo para vender más. Arabia Saudí, sin embargo, prefiere incrementar las cuotas de manera más moderada. Hoy el precio del barril de crudo sube 1.5% a 66.02 dólares y el del Brent avanza un 0.7% a 75.59 dólares.
En las noticias corporativas, General Electric (NYSE:GE), uno de los miembros originales del Dow Jones desde 1907, uno de los grandes emblemas de la industria estadounidense, sale del índice con poco glamour: será reemplazada por una farmacéutica minorista, Walgreens (NASDAQ:WBA) Boots Alliance.
Por otro lado, Walt Disney (NYSE:DIS) hizo más jugosa su oferta para comprar la mayor parte de 21st Century Fox (NASDAQ:FOX) a más de 70,000 millones de dólares en efectivo y acciones, rebasando la oferta de su rival Comcast (NASDAQ:CMCSA). Las acciones de 21st Century Fox se disparan 6.5% ante el apetito que ha despertado, en tanto Wal Disney avanza 0.6% y Comcast un 0.2%.