Preludio de Wall Street: Pocos cambios pese a tambores de guerra, pero avanzan el oro, bono de EU y el yen.
La situación geopolítica anda muy enrevesada, pero Wall Street de momento resiste. La escalada de tensiones no sólo se da en Oriente Medio, donde Estados Unidos exige a Rusia entre alinearse con ellos o seguir apoyando el régimen de Bachar El Asad, sino también en Corea del Norte, donde el despliegue naval de Estados Unidos frente a la península de Corea ya ha sido respondido por el régimen de Kim Jong-um afirmando que están listos para la guerra y que será de “consecuencias catastróficas”. Un ataque militar preventivo a Corea del Norte del mismo tipo que se realizó en Siria sería mucho más delicado teniendo en cuenta los mísiles norcoreanos que apuntan hacia Corea del Sur. Para ver más sobre la situación geopolítica lea “Se recrudece la tensión geopolítica, no sólo con Siria y Rusia, sino también con Corea del Norte y China” así como “Y Donald Trump tomó su fusil”.
Pero como decimos, Wall Street no parece demasiado preocupado. Los futuros cotizan, antes de la apertura, con pocos cambios, con un ligero sesgo a la baja. En el momento de escribir esta nota, los futuros del S&P’s 500 ceden 1.5 pts y ajustados por “fair value” bajan 2.8 pts mientras que los del Nasdaq 100 descienden 3.5 pts y ajustados por “fair value” se deprimen 2.9 pts. Los futuros del Dow Jones cotizan sin cambios.
Tampoco en Europa hay muchos sobresaltos, aunque la cautela también es evidente y hay pocos movimientos. El Cac-40 de París y el Ibex-35 de Madrid registran ligeras alzas, de en torno a 0.1%, en tanto el Dax de Fráncfort cede un 0.1%. Fuera de la Eurozona, el Ftse-100 de Londres avanza un 0.7%.
En Asia, se percibe algo más de temor. El Nikkei perdió un 0.27%, el Hagn Seng de Hong Kong un 0.72%, y el Kospi de Corea del Sur un 0.44%. El Shangai Composite de China, sin embargo, avanzó un 0.6%. Sin duda, la mayor víctima de lo que está sucediendo hasta ahora, en términos financieros, los está padeciendo Rusia. Entre el viernes, tras el ataque de Estados Unidos a Siria y el lunes, el RTS de Rusia se hundió un 5.6%, si bien hoy repunta y avanza un 1.2%. El rublo ruso, asimismo, también ha sido una de las divisas más castigada, aunque hoy se aprecia un 0.3%.
Por tanto, los mercados financieros aguantan de momento bien una situación geopolítica enrevesada. Sin embargo, la cautela es evidente, y se percibe sobre todo en el flujo hacia activos seguros, sobre todo el oro, los bonos del Tesoro de Estados Unidos y el yen japonés. El oro trepa hoy un 0.7% a 1,263 dólares la onza, y la plata un 0.5% a 18.01 dólares. Por otro lado, la tasa de 10 años de Estados Unidos cae 3 pbs a 2.33%. La divisa nipona se fortalece un 0.5% a 110.34 yenes por dólar. El euro y la libra esterlina cotizan con pocos cambios.
El petróleo, que ha tenido un fuerte rally en los últimos días, hoy detiene su tendencia alcista. Los futuros del WTI ceden 0.2% a 53.0 dólares el barril y los del Brent caen otro 0.2% a 55.86 dólares. En las últimas dos semanas, el barril de crudo se ha incrementado un 10% derivado de, por el lado de la oferta, la expectativa de que la OPEP prolongue su recorte de producción, el cierre del pozo más importante en Libia y el ataque de Estados Unidos a Siria. Por el lado de la demanda, el precio se ha visto presionado al acercarse la temporada de verano, la de mayor demanda de petróleo en Estados Unidos.
En otros asuntos, ayer la presidenta de la Fed Janet Yellen se mostró más optimista sobre el estado de la economía. Dijo que si antes la Fed estaba preocupada por sostener y hacer crecer a la economía todo lo que pudieran, ahora la economía ya camina sola y se puede levantar el pie del acelerador, lo que coloca a la Fed en una posición más cómoda en lo que se refiere a la política monetaria. Todo esto parece indicar que la Fed cada vez está más confiada en que la economía de Estados Unidos se encuentra en el pleno empleo y cerca de su objetivo de inflación de 2.0%, por lo que es preciso seguir retirando los estímulos monetarios.
En las noticias corporativas, los ojos están puestos en Toshiba (T:6502), un conglomerado de 142 años, que está viendo su supervivencia en riesgo derivado de las pérdidas de su unidad nuclear, Westinghouse. La compañía, que no había podido sacar sus resultados a tiempo en los dos últimos trimestres, reportó una pérdida de 576,300 millones de yenes (en torno a 5,200 millones de dólares) para los nueve últimos meses del año pasado. Lo peor es que no logra que los auditores firmen esos resultados. El mes pasado, Westinghouse cayó en bancarrota y se acogió al capítulo 11.