El oro podría subir esta semana, mientras la crisis del Tribunal Supremo de Estados Unidos se convierte en un posible factor de cambio de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, elevando las apuestas tanto para el presidente Donald Trump como para su contrincante Joe Biden en una carrera cuyo resultado podría ser cada vez más difícil de adelantar.
El petróleo, mientras tanto, podría ver limitado su avance esta semana, incluso tornarse negativo, ante la incertidumbre en torno a la situación política de Libia y las especulaciones sobre que el rey Saudí Salman está gravemente enfermo, lo que ha suscitado preocupaciones en torno a la rapidez con la que el príncipe heredero Mohammad bin Salman podría sucederlo, si fuera necesario.
Los precios del oro se movieron de forma desigual durante la jornada de negociación de este lunes en Asia, bajando ligeramente los futuros y subiendo los lingotes, mientras Trump y Biden protagonizan una épica campaña electoral sobre el futuro del Tribunal Supremo tras la muerte de la juez Ruth Bader Ginsburg.
El enfrentamiento en el Congreso sube la apuesta de cara a las elecciones y los mercados
En el Congreso, la presidenta Nancy Pelosi, una demócrata, no ha descartado el juicio político al presidente Trump o al fiscal general William Barr si Biden gana las elecciones de noviembre y el Senado dominado por los republicanos intenta conseguir la aprobación del reemplazo de Ginsburg en una sesión inútil antes de las elecciones.
"El tono negativo de los futuros de las acciones de Estados Unidos apunta a una apertura a la baja en Wall Street, lo que podría ser un buen augurio para el metal precioso", según ha dicho el chartista de oro Dhwani Mehta en un blog en FX Street. Los futuros de los índices Dow Jones, S&P 500 y NASDAQ de Wall Street apuntan a la baja la espera de la apertura de Nueva York.
El oro también podría beneficiarse si las acciones de Wall Street se enfrentaran a una severa prueba de confianza ante las declaraciones en el Congreso del presidente de la Reserva Federal, Jay Powell. El presidente de la Fed ofrece una comparecencia maratoniana de tres días consecutivos desde el martes, preparando a los mercados para lo que va a ser un "Powellatón".
Mehta ha dicho que los mercados de oro y de acciones se moverán en función del primer discurso de Powell a las 16:00 horas (CET) de este lunes.
"Cualquier indicio sobre la futura trayectoria de la política monetaria de la Fed tendrá una incidencia significativa en el oro denominado en dólares", explica.
El oro de Estados Unidos para la entrega en diciembre ha bajado 3,50 dólares, o un 0,2%, hasta 1.958,19 dólares por onza a las 7:30 horas (CET). Registró una subida nominal de 2 dólares la semana pasada, suficiente para colarse en territorio positivo.
El oro al contado, que refleja las operaciones en tiempo real con lingotes, sube 1,63 dólares, o un 0,1%, hasta 1.952,15 dólares a las 20:28 horas (CET), recuperando todo el descenso del jueves. En cuanto a la semana pasada, los lingotes registraron una subida del 0,7%.
Los alcistas del oro han estado tratando de revivir el impulso del metal precioso tras caída del mercado desde los máximos históricos registrados en agosto en casi 2.090 dólares por onza en el COMEX y 2.073 dólares en lingotes.
Pero se han sentido frustrados por el fortalecimiento del dólar que desafía la lógica, ya que las tensiones entre Estados Unidos y China y la falta de un nuevo estímulo por parte de Estados Unidos para combatir los desafíos económicos provocados por la pandemia del coronavirus han convertido inadvertidamente el billete verde en un refugio más atractivo para algunos inversores.
Incluso con el índice dólar por debajo del nivel alcista clave de 93, los precios del oro han tenido problemas para subir.
Se espera que el oro se salga del rango de 1.930-1.970 dólares
Salvo cambios importantes esta semana, el oro podría permanecer atrapado en el rango de 1.930-1.970 dólares.
"Si el par XAU/USD deja atrás el nivel de 1974 dólares, la tendencia (al alza) podría estar de vuelta", dice Rajan Dhall, otro chartista de oro, en un blog de FX Street tras la liquidación del oro del viernes.
En el frente del petróleo, la Corporación Nacional del Petróleo de Libia levantó el fin de semana el estado de fuerza mayor sobre lo que consideran puertos e instalaciones petrolíferas seguras.
Pero el bloqueo sobre el resto del petróleo del país norteafricano, donde se encuentran combatientes aliados del general renegado Haftar, parece seguir en vigor.
Un acuerdo de paz viable entre el Gobierno y las fuerzas libias bajo Haftar podría aportar un millón adicional de barriles al mercado, algo con lo que la OPEP probablemente no estaría contenta, dado que al cártel ya le cuenta bastante trabajo que algunos miembros cumplan las reducciones de producción.
La crisis saudí se suma a la incertidumbre del petróleo
En Riyah, se dice que el rey Salman bin, de 84 años, está en mal estado de salud, y en las redes sociales se rumorea que está en estado crítico. El príncipe heredero MbS, el sexto hijo del rey, es el sucesor más probable, pero hasta que se sea nombrado, hay cierta incertidumbre sobre el juego de poderes que podría surgir en la Casa de Saud.
El petróleo West Texas Intermediate, comercializado en Nueva York, indicador clave del precio del crudo estadounidense, se deja 18 centavos, o un 0,4%, hasta 41,14 dólares por barril. La semana pasada, el WTI subía 3,78, o un 10,1%.
El petróleo Brent, comercializado en Londres, de referencia internacional para el petróleo, baja 19 centavos, o un 0,4%, hasta 42,96 dólares por barril antes de la jornada de negociación de Nueva York. El Brent subía 3,32 dólares, o un 8,3% la semana pasada.
El repunte del petróleo de la semana pasada se acentuó tras una reunión de la OPEP+ en la que el ministro del petróleo saudí, Abdulaziz bin Salman, otro hijo del rey Salman, amenazó con hacer "un infierno" de la vida de los bajistas del petróleo que apuestan contra el cártel. Eso fue justo antes del acuerdo de paz de Libia ofrecido por el general Haftar.