La placidez del verano, con el Dow Jones asoleándose en récords históricos día tras día gracias a una temporada de reportes corporativos más suculenta de lo previsto, se vio bruscamente interrumpida la semana pasada. Todo empezó con un gran triunfo diplomático. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró que el Consejo de Seguridad de la ONU votara de forma unánime, con el apoyo de China y Rusia, nuevas sanciones a Corea del Norte. Las sanciones incluían recortar las exportaciones norcoreanas, cuyo monto anual asciende a 3,000 millones de dólares (mdd), en nada menos que un tercio con el fin de ahogar un poco más más su modesta economía y restringir su capacidad para desarrollar su plan nuclear.
Por tanto, la vía pacífica, basada en endurecer las sanciones económicas, parecía funcionar. Corea del Norte se revolvió como suele hacer, con una nota incendiaria en un periódico gubernamental que se redactó incluso antes de conocerse la resolución de la ONU: convertiré a Estados Unidos en un “mar de fuego inimaginable”. La declaración no sorprendió. Es algo ya habitual y en la línea de su retórica belicista. El problema fue que Donald Trump se calentó y salió el martes con un exabrupto tuitero del mismo calado que los que suele arrojar el régimen de Pyongyang: si Corea sigue amenazando, dijo, “se encontrarán con una furia y un fuego jamás vistos en el mundo”. Esa declaración cortó la racha victoriosa del Dow Jones (llevaba diez jornadas consecutivas de alzas y nueve récords históricos seguidos) y provocó una escalada verbal entre los dos países.
Así Corea del Norte reviró el miércoles: tenemos todo listo para lanzar cuatro misiles en aguas cercanas a la isla de Guam en este mismo mes, un plan que estará listo a mediados de agosto para recibir la aprobación del líder norcoreano Kim Jong-un. Guam es una pequeña isla del Pacífico que se distingue por ser la entrada a Asia: allí hacía escala la Nao de China en su viaje de Acapulco a Filipinas. La isla, que perteneció a la corona española, fue cedida a Estados Unidos en 1898 tras la guerra de Cuba, cuando también perdió Puerto Rico y Filipinas, y por su posición estratégica cuenta con una base militar estadounidenses. Pero además, para llegar a Guam, los misiles tendrían que sobrevolar Japón. Trump, pese a las críticas que suscitaron sus agresivas declaraciones del martes incluso entre las propias filas republicanas, no se amedrentó, y amenazó con que si atacan Guam, “verán lo nunca visto”: mi armamento está “cargado y listo” para disparar.
Tanta palabrería sobre ataques inimaginables sacó a los inversionistas de su modorra veraniega. Wall Street registró, de martes a jueves, tres jornadas consecutivas de caídas, la inerte volatilidad recobró vida, y los capitales rápidamente buscaron refugio en los activos más seguros: los bonos soberanos de los países más robustos, los metales preciosos y el yen japonés.
Así, el S&P’s 500, el mejor referente para medir el tono general del mercado, registró la semana pasada su mayor caída desde marzo, con una caída de 1.4%. El Nasdaq perdió un 1.5% y el Dow Jones un 1.1%. Tampoco se salvó la bolsa de México, que siguió el paso de ritmo de Nueva York y se dejó un 1.3% en la semana. Pero a Europa le fue bastante peor: el Ibex-35 de Madrid se hundió un 3.5% en la semana, el Cac-40 de París un 2.7% y el Dax de Fráncfort un 2.3%. En Asia, el Nikkei se deprimió un 1.5% (aunque la apreciación del yen hizo que en dólares sólo cediera un 0.1%) y el Hang Seng de Hong Kong un 2.5%. Una de las excepciones fue la bolsa de Sao Paulo, que logró avanzar un 0.7% en la semana, aunque tuvo como contrapeso la depreciación del real. Por tanto, en general, el asunto de Corea del Norte golpeó a las bolsas globales.
Eso hizo que la volatilidad despertara de su camastro: el índice Vix de volatilidad, que mide las turbulencias en el mercado implícitas en los precios de las opciones y que pese a todo el ruido político en la Casa Blanca se ha negociado en mínimos históricos este año, brincó al compás de la caída de las bolsas. Sólo el jueves se incrementó un 44% para cerrar en 16.04, su nivel más alto desde el día de las elecciones presidenciales de noviembre del año pasado. Desde su mínimo histórico de mediados de julio, el índice se ha incrementado un 71%.
Al mismo tiempo, los capitales se refugiaron en los bunkers tradicionales. La tasa del bono de 10 años de Estados Unidos se redujo 6 pbs para cerrar la semana en 2.19%, lo que supone la tasa más baja desde finales de junio, la de Alemania se contrajo 8 pbs a 0.38% y la de Suiza descendió 10 pbs sumergirse más en terreno negativo (-0.22%). En los países emergentes, México aguantó el embate: su tasa de 10 años cayó 4 pbs a 6.82%. Pero no fue el caso de Turquía (+16 pbs a 10.53%) o Brasil (+19 pbs a 10.08%). Otros activos que se beneficiaron de la escalada verbal fue la plata, que trepó en la semana un 5.0% para cerrar por encima de los 17 dólares la onza, algo que no pasaba desde mediados de junio, o el oro, con un aumento de 2.3% a casi los 1,300 dólares. Entre las grandes divisas, la más favorecida fue el yen japonés, pese a ser la nación más expuesta junto con Corea del Sur a un ataque norcoreano. En la semana, el yen se fortaleció un 1.4%, seguido del franco suizo (+1.2%). El peso mexicano, al igual que sus bonos soberanos, resistió y logró fortalecerse un 0.3% a 17.73 pesos por dólar. Pero sí cayeron con fuerza el won surcoreano (-1.6%) y el real brasileño (-1.9%).
Ahora bien, tendremos que ver hasta dónde llega la fanfarronería de ambos líderes. No es la primera vez que Trum y Kim Jong-un intercambian metralla lingüística y que los mercados se resienten. Pero no ha durado mucho la ansiedad. Kim Jong-un, salvo que sea un suicida, sólo juega a mostrarse delante de su pueblo como un héroe que planta cara al imperio americano: eso le ayuda a apuntalar su popularidad y perpetuarse en el poder en medio de las miserias del país. Por otro lado, Trump está en su papel que más le gusta, el de comandante en jefe de la mayor superpotencia del mundo, con la intención de dejar claro a su electorado, esa ultraderecha de Charlottesville, que gracias a él Estados Unidos ha recuperado la supremacía militar y ha abandonado la estrategia pusilánime de su predecesor. Hasta ahora, la única medida que no le han bloqueado fue el ataque a Siria de abril, le gusta fardar de armamento y tiene que justificar el aumento del gasto militar. El mismo viernes también se enzarzó con la posibilidad de un ataque a Venezuela. Pero pese a sus tuits, el departamento de Defensa se ha encargado de rebajar las palabras de Trump, no ha hecho un gran despliegue de fuerzas ni ha tomado las necesarias medidas de seguridad ante un ataque inminente.
Dicho esto, la tensión seguirá y cualquier error de cálculo puede desencadenar un ataque. Altos funcionarios de defensa se reunirán hoy con el presidente surcoreano Moon Jae; el jueves serán los japoneses lo que acudan a Washington para tratar el tema norcoreano. También funcionarios estadounidenses acudirán a China, quien ha advertido a Pyongyan que en caso de empezar ellos, permanecerían neutrales. Además, Kim Jong-un tendrá que decir si avala el lanzamientos de misiles a Guam y el día 21, Estados Unidos y Corea del Sur harán maniobras militares conjuntas, lo que los norcoreanos lo interpretarán como simulacro de invasión. ¿Responderá Pyonyang lanzando nuevos misiles? Y los mercados, ¿cómo se lo tomarán?
INFOGRAFÍA
La tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte provocó una caída generalizada en las bolsas mundiales. El S&P’s 500 registró su mayor caída semanal desde marzo, en tanto el Dow Jones quebró su racha de nueve récords consecutivos el martes, registrando Nueva York tres jornadas seguidas de caídas. En México, la bolsa retrocedió un 1.3% en tanto la peor bolsa fue la de Madrid (-3.5%)…
Fuente: Bloomberg
… la caída abrupta de las bolsas hizo que la volatilidad se acrecentara de forma virulenta, lo que hizo que el índice VIX de volatilidad cerrara el jueves en 16.04, su mayor nivel desde el día de las elecciones del pasado 8 de noviembre. El jueves, el VIX trepó un 44% y desde su mínimo histórico se ha incrementado un 71% desde su mínimo histórico de mediados de julio, cuando cerró en 9.36…
Fuente: Bloomberg
… mientras los capitales salían despavoridos de los activos de riesgos, buscaron un buen refugio en los títulos más seguros. Fue el caso de los bonos soberanos de los países más robustos como Suiza, Alemania, Holanda o Estados Unidos. México resistió e incluso la tasa de 10 años descendió en la semana 4 pbs, lo que contrasta con lo sucedido en Turquía (+16 pbs) o Brasil (+20 pbs)…
Fuente: Bloomberg
… también salió bien parado el peso mexicano, que se apreció un 0.3% en la semana, s bien quedó lejos del aumento del yen japonés (+1.4%), que es la divisa favorita en tiempos de turbulencias, o el franco suizo (+1.1%). En el lado contrario, el real brasileño se depreció casi un 2.0% y el won surcoreano, hacia donde apuntan los misiles norcoreanos, un 1.6%. La plata voló un 5.0% la semana pasada.
Fuente: Bloomberg