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BRASILIA, 16 ago (Reuters) - La suspendida presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo el martes que el juicio político en su contra sería un golpe de Estado y propuso un plebiscito sobre la realización de elecciones anticipadas para unir a un país agobiado por la recesión.
Rousseff fue suspendida en mayo a la espera de que el Senado la juzgue por acusaciones de que manipuló las cuentas públicas para ser reelegida en el 2014.
La expectativa general es que sea juzgada y destituida permanentemente del cargo a fines de agosto, según sondeos realizados por periódicos locales a senadores.
"No es legítimo, como quieren mis acusadores, apartar a un jefe de estado y de Gobierno por el conjunto de su obra. Quien aparta al presidente por el conjunto de su obra es el pueblo y sólo el pueblo en elecciones", dijo Rousseff en un mensaje al Senado.
La líder izquierdista reconoció errores de su gobierno y propuso un pacto que involucraría más diálogo con el Congreso, la sociedad y sectores productivos.
Rousseff pidió a los senadores que no cometan la injusticia de condenarla por un crimen que no cometió, porque sostuvo que los actos de que se le acusan fueron legales.
"Resistí la cárcel y la tortura. Me gustaría no tener que resistir el fraude y la más infame injusticia", dijo la presidenta. (Por Maria Carolina Marcello; Editado en español por Javier López de Lérida)