Por Marianna Parraga
HOUSTON, 21 ene (Reuters) - Una baja más aguda de los precios de petróleo ha puesto a varios países de Sudamérica en la difícil posición de vender su crudo por menos de lo que les cuesta producirlo, según operadores y fuentes de tres compañías en Colombia y Venezuela.
Hasta ahora los crudos más perjudicados son los que se mezclan con nafta y otros diluyentes, pero si sigue el derrumbe de los precios, que han dado pocas muestras de que vayan a recuperarse pronto, otros tipos pueden también verse comprometidos, dijeron las fuentes.
Algunas de las mezclas más conocidas de Sudamérica, que normalmente se negocian con descuentos significativos frente al referencial Brent LCOc1 , se están convirtiendo en "petróleo negativo" en medio de una exceso de oferta, según una de las fuentes.
Entre las variedades afectadas en Sudamérica está el Petróleo Diluido (DCO) de Venezuela, que se vende a unos 15 dólares por barril; y el de Vasconia, el producto más negociado de Colombia, que al contado se ofrece a menos de 21 dólares por barril, dijeron fuentes de empresas productoras.
Ecuador, el cuarto mayor productor de Sudamérica, está también vendiendo por debajo del punto de equilibrio, dijo el presidente Rafael Correa.
La situación complica aún más las finanzas públicas de los tres países.
Las últimas cifras de la petrolera estatal venezolana PDVSA muestran un costo de producción promedio para todos sus crudos de 18 dólares por barril; mientras que la canadiense Pacific Exploration & Production, la mayor petrolera privada de Colombia, informó que incluyendo diluyentes, transporte e impuestos en promedio un barril le costó entre 20 y 22 dólares en el tercer trimestre de 2015.
"La semana pasada estábamos justo en el punto de equilibrio", dijo una fuente de Pacific PRE.TO . "Pero ahora estamos por debajo de esa línea".
Pacific, la petrolera estatal colombiana Ecopetrol ECO.CN y PDVSA PDVSA.UL usan para sus mezclas diluyentes como la nafta y la gasolina natural que se están negociando a cerca de 35 dólares por barril. Las empresas no respondieron inmediatamente a los pedidos de comentarios. (Reporte de Marianna Parraga en Houston, con reporte adicional de Alexandra Ulmer en Caracas y Alexandra Valencia en Quito; Editado en español por Javier López de Lérida)