Investing.com – Los precios del oro se mantuvieron próximos este martes a los máximos de cuatro semanas registrados durante la jornada anterior pues los inversores buscaban refugio ante la inestabilidad suscitada en Oriente Próximo y las nuevas preocupaciones acerca del crecimiento global.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el oro para entrega en febrero se negoció a 1.078,80 por onza troy a las 9:45, hora de Londres (las 10:45 en España), avanzando un 0,34% o 3,70 USD.
Durante la jornada anterior, los precios del oro registraron máximos de la sesión en 1.083,00 USD por onza troy, su cota más alta desde el 9 de diciembre, para después cerrar la jornada con un avance del 1,41% o 15,00 USD y un precio de liquidación de 1.075,20 USD.
El metal precioso repuntó este lunes pues los inversores reaccionaban a la decisión de Arabia Saudí de cortar lazos comerciales con Irán, alimentando las preocupaciones acerca de la inestabilidad geopolítica en Oriente Próximo.
Los precios recibieron un impulso extra tras conocerse que la actividad manufacturera de Estados Unidos y China, las mayores economías del mundo, disminuyó el mes pasado, lo que reavivaba los temores en torno a las previsiones sobre el crecimiento global.
Mientras, los futuros sobre la plata para entrega en marzo se negociaban a 13,99 USD por onza troy, con un avance del 1,11% o 15,4 centavos.
Por otra parte, los precios del cobre se recuperaron este martes tras las ventas de la jornada anterior, pues la confianza aumentó después de que el banco central de China intentara reforzar los mercados con una inyección de capital de 20.000 millones de USD.
El Banco Popular de China inundó su sistema bancario con 130.000 millones de yuanes, siendo ésta la mayor inyección de capital desde septiembre.
Esta decisión se produce tras el desplome del 7% registrado en los mercados de valores de China durante la jornada anterior, lo que zarandeó los mercados financieros globales y reactivó las preocupaciones acerca de la ralentización económica de la nación.
El Gigante Asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 45% del consumo mundial.