Los automovilistas de Estados Unidos pueden prever que los precios de la gasolina caerán por debajo de 3 dólares el galón por primera vez en más de tres años, posiblemente ya a finales de octubre. Este descenso se produce en vísperas de las elecciones presidenciales de noviembre, lo que supone un posible alivio para los consumidores y ventajas políticas para la vicepresidenta Kamala Harris y sus compañeros demócratas. Los analistas han atribuido la suavización de los precios de la gasolina a la reducción de la demanda de combustible y a la caída de los precios del petróleo.
Hasta el miércoles, la media nacional de la gasolina regular estaba en 3,25 dólares por galón, un descenso de 19 centavos respecto al mes anterior y de 58 centavos respecto al año anterior, según datos de la AAA. Patrick De Haan, analista de GasBuddy.com, sugirió que el final de la temporada de conducción de verano y el cambio al combustible de invierno podrían acelerar la caída de los precios. En Carolina del Norte, un estado clave para las próximas elecciones, los precios ya han caído por debajo de los 3 dólares.
La relación entre los índices de aprobación de los presidentes estadounidenses y los precios de la gasolina está documentada, y los estudios del Wells Fargo Investment Institute indican una relación inversa. En consecuencia, los demócratas podrían ver un impulso en el ciclo electoral debido a la tendencia a la baja de los costes del combustible.
Aunque los presidentes tienen un control directo limitado sobre los precios de la gasolina, éstos se ven influidos por la oferta y la demanda mundiales. Este año, la demanda ha sido inesperadamente débil, especialmente en Estados Unidos y China, lo que ha provocado que el crudo Brent, de referencia mundial, cayera de más de 90 dólares el barril en abril a menos de 70 dólares recientemente.
Sin embargo, el impacto del huracán Francine en la producción de petróleo en alta mar de EE.UU. ha provocado una subida temporal de los precios del crudo estadounidense debido a la preocupación por posibles paradas de la producción. En cambio, los precios récord del petróleo por encima de 5 dólares el galón del año pasado se debieron a las interrupciones del suministro tras la invasión rusa de Ucrania y a un repunte de la demanda tras los cierres de la era COVID.
A pesar del aumento de la oferta y de la elevada producción de las refinerías, se prevé que la demanda de gasolina en Estados Unidos se sitúe en una media de 8,92 millones de barriles diarios en 2024, algo menos que en 2023, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA).
Las críticas republicanas a la administración del presidente Joe Biden por los altos precios de los combustibles y la inflación se han debilitado a medida que los precios de la gasolina han retrocedido. El Departamento de Trabajo informó de que los precios al consumo aumentaron un 2,5% en los 12 meses transcurridos hasta agosto, lo que supone el incremento interanual más lento desde febrero de 2021. Los precios de la gasolina, en concreto, no han aumentado desde abril.
Se espera que los menores costes del combustible tengan el impacto más pronunciado en los estados indecisos cruciales para el resultado de las elecciones. Por ejemplo, el precio promedio de la gasolina en Carolina del Norte fue de 2,983 dólares por galón el miércoles, mientras que el promedio de Wisconsin fue de 3,043 dólares.
Los precios del gasóleo, menos visibles pero cruciales para la economía, siguen una tendencia a la baja similar debido a la moderación de la demanda y el aumento de la oferta. El gasóleo es un componente clave en los sectores manufacturero y del transporte, y unos costes más elevados pueden afectar a los precios al consumo de una amplia gama de bienes.
La EIA ajustó su previsión de demanda de combustibles destilados en EE.UU., que incluye el gasóleo y el gasóleo de calefacción, a 3,83 millones de barriles diarios, lo que supone un descenso del 1% respecto a su anterior predicción y una caída del 2,3% respecto al año pasado.
La media nacional de los precios del gasóleo cayó a 3,56 dólares el galón el 9 de septiembre, la más baja desde octubre de 2021. Tom Kloza, jefe de análisis de energía de Oil Price International Service, señaló que el próximo presidente se beneficiará de la reducción de los precios del combustible y el alivio económico asociado.
Reuters contribuyó a este artículo.
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