2 feb (IFR) - Venezuela podría tener que reestructurar su deuda con China, ligada a exportaciones petroleras, antes de avanzar en medidas similares con los acreedores internacionales que han invertido en bonos del país sudamericano, dijo el jueves un reporte Barclays (L:BARC).
Se considera que el país miembro de la OPEP se encamina hacia un evento crediticio debido a una dramática baja de los precios del petróleo, que ha causado estragos en la economía venezolana.
Barclays dijo que Venezuela no está logrando cumplir con los envíos diarios de petróleo que sirven para pagar los créditos de Pekín, porque la baja de los precios ha hecho que crezca el número de barriles que necesita enviar.
A los actuales precios, el país necesita 800.000 barriles al día para satisfacer los pagos de los créditos, mucho más que los 280.000 que requería cuando el petróleo estaba en 100 dólares por barril, dijo Barclays.
"Una reestructuración de la deuda financiada por China puede dar apoyo a Venezuela", escribieron los analistas de Barclays. "Venezuela necesitaría enviar unos 774.000 barriles al día a China, algo que no parece estar ocurriendo y que no es fácil de cumplir en el corto plazo".
Si bien los términos de los créditos no se han hecho público, el banco calcula que este año Venezuela le debe a China unos 7.000 millones de dólares y cree que una reestructuración es más probable que un nuevo crédito.
"Eso permitiría a Venezuela ganar algo de tiempo, o disminuir el nivel de precios del petróleo que necesita para evitar un evento crediticio en 2016", dijo Barclays.
Los ingresos petroleros suponen más del 90 por ciento de las exportaciones de Venezuela y la caída de los precios ha fortalecido a la oposición al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
"Dada la incertidumbre política y económica en el país, dudamos de que las autoridades en China tengan incentivos para elevar significativamente su exposición en Venezuela", dijo Barclays.
"Pueden preferir esperar y negociar con un posible nuevo Gobierno", dijo el banco. "Así, en ausencia de un cambio de régimen que pueda abrir nuevas alternativas de financiamiento, Venezuela sigue dependiendo de un repunte de los precios del petróleo y de su capacidad para recortar importaciones para evitar un evento de crédito". (Reporte de Paul Kilby. JLL)