Por Peter Nurse
Investing.com -- Los precios del petróleo cayeron el jueves, lastrados por un dólar más fuerte y por las expectativas de una menor actividad económica debido al agresivo ajuste monetario.
Hacia las 09:35 ET (13:35 GMT), los futuros del crudo estadounidense se negociaban un 2.1% por debajo, a 86.66 dólares el barril, mientras que el contrato del Brent caía un 2.2%, a 92.03 dólares.
Los Futuros de la gasolina RBOB de Estados Unidos bajaron un 3.7%, a 2.4317 dólares el galón.
El mercado del petróleo sigue sufriendo las repercusiones del golpe que supuso el informe sobre la inflación en EE.UU. a principios de esta semana, lo que aumenta las expectativas de que la Reserva Federal anuncie la semana que viene una posible gran subida de las tasas de interés para tratar de atajar la elevada inflación a expensas del crecimiento económico.
El dólar se ha beneficiado de estas expectativas y ha alcanzado su máximo en 20 años frente al euro, su máximo en 24 años frente al yen y su máximo en 37 años frente a la libra esterlina. Esto hace que el crudo, denominado en dólares, sea más caro para los compradores extranjeros.
Estas agresivas subidas de tasas -el Banco Central Europeo también subió 75 puntos base la semana pasada- probablemente afectarán a la demanda de crudo este año, y la Agencia Internacional de la Energía espera que el crecimiento de la demanda de petróleo se detenga en el cuarto trimestre.
Además, China, el mayor importador de crudo del mundo, sigue luchando por contener los brotes de COVID-19, ya que su gobierno sigue librando la batalla contra el virus más o menos como lo hizo al comienzo de la pandemia a principios de 2020: bloqueos para intentar cortar la transmisión.
"La AIE estima que la demanda china de petróleo caerá en 420Mbbls/d este año, lo que supondría el primer descenso anual desde 1990", dijeron los analistas de ING (AS:INGA) en una nota. "La demanda china se ha visto claramente perjudicada por la política de cero COVID que sigue China".
También pesaron en el sentimiento los datos del miércoles de la Administración de Información Energética que mostraron que los inventarios de crudo en Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo, aumentaron más de lo esperado la semana pasada, lo que sugiere una demanda de combustible más débil.
Dicho esto, las perspectivas estructurales siguen siendo muy ajustadas, ya que Occidente ha sancionado a las empresas petroleras rusas por la invasión de Ucrania por parte de Moscú y Rusia ha tomado represalias interrumpiendo el suministro de gas a Europa occidental, a través del gasoducto Nord Stream, lo que hace temer que varios países tengan que racionar la energía durante los meses de invierno.
Italia "puede lograr pasar" el próximo invierno incluso sin el gas de Rusia, suponiendo que las temperaturas sigan siendo suaves, dijo el jueves el director general de Eni (BIT:ENI), Claudio Descalzi.
El gigante energético, controlado por el Estado, se ha comprometido a sustituir alrededor del 50% de sus importaciones de gas procedentes de Rusia entre este año y 2023, aumentando hasta el 80% en 2023-2024, y tiene como objetivo la sustitución completa de otras fuentes para 2024-2025.