Acapulco (México), 20 mar (EFE).- La LXXVIII Convención Bancaria concluyó hoy en México con reconocimientos mutuos entre el Gobierno y la banca del país y expresiones de optimismo sobre las perspectivas económicas y el sector financiero, moderadas con advertencias sobre posibles "choques" procedentes del exterior.
Al presentar las conclusiones de la reunión efectuada en el balneario de Acapulco, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Robles Miaja, afirmó que pese a los retos que enfrenta, el país "tiene una oportunidad única para alcanzar crecimientos dinámicos y sostenibles, y lograr así los niveles de desarrollo y bienestar que todos queremos".
A su vez, dijo, "la banca mexicana pasa por el mejor momento de su historia y está preparada para hacer todo lo que le corresponde para aprovechar esa oportunidad".
"Recientemente se aprobaron 11 reformas estructurales de gran calado, que tendrán un impacto sin precedentes en el desarrollo económico y social del país", refirió Robles en alusión a los cambios normativos en diferentes áreas promovidos por el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien hoy estuvo presente en esta clausura.
Recordó que durante una visita a Acapulco en mayo de 2012, el entonces candidato presidencial Peña Nieto prometió "mantener la estabilidad macroeconómica, y hoy claramente se está logrando".
A su juicio, las reformas "pueden generar un crecimiento adicional de entre 1,0 y 1,5 % del PIB (producto Interno bruto) potencial constante en el tiempo".
Con todo, señaló desafíos pendientes como "la violencia y el crimen organizado que prima en algunas regiones del país, la falta de vigencia plena del Estado de derecho, la corrupción y la impunidad, así como la falta de desarrollo institucional en algunos niveles de Gobierno y su deficiente transparencia y rendición de cuentas".
"También la pobreza y los desequilibrios regionales que existen, la informalidad y la baja productividad que ésta genera, y la deficiente educación que todavía reciben muchos connacionales", añadió.
El también presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero BBVA (MADRID:BBVA) Bancomer dijo que si bien corresponde al Gobierno resolver muchos de estos retos, "también nosotros debemos hacer lo que nos corresponde para resolverlos desde nuestro ámbito de responsabilidad".
Mencionó igualmente los "desafíos que vienen de fuera", entre ellos los bajos precios del petróleo, la inminente normalización de la política monetaria de Estados Unidos y "acontecimientos geopolíticos recientes".
No obstante, aseveró, "México es uno de los países emergentes mejor preparados para enfrentar este entorno".
A su vez, en su discurso de clausura de la reunión de dos días, realizada en un lujoso hotel de Acapulco, Peña Nieto aludió también a las reformas promovidas por su Gobierno, enfatizando la financiera, cuyo principal objetivo fue "elevar el nivel de financiamiento en el país y a menores tasas; es decir, que hubiera más crédito y más barato", dijo.
El presidente explicó que en la gestación de esta legislación se tomaron en cuenta "los planteamientos de las propias instituciones bancarias para poder atender mejor a sus clientes, (lo que) ha permitido que la reforma financiera ya ofrezca beneficios concretos".
"En cuestión de meses en México ha aumentado el ahorro. Los bancos prestan más, a más sectores de la economía, a menor costo y con mejores condiciones", afirmó.
Finalmente, Peña expresó su compromiso de permanecer en la senda de las transformaciones y reconoció "la actitud y disposición constructiva" de los bancos para "construir entre todos una mejor nación".
Previamente este viernes, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, abrió la puerta durante una rueda de prensa a una "intervención discrecional" en el mercado cambiario, que podría implicar importantes infusiones de dinero, para enfrentar posibles perturbaciones asociadas con el previsible aumento de las tasas de interés en EE.UU.
En su intervención del jueves, Carstens había dicho que además de las posibles intervenciones en el mercado cambiario, el banco central podría ajustar su postura monetaria "mediante aumentos en el objetivo de la Tasa de Interés Interbancaria a un día".
Por su parte, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, consideró hoy que la mayoría de los países de Latinoamérica están listos para soportar "un choque muy negativo" derivado de la fuga de capitales que podría producirse cuando Washington eleve sus tasas.
Refiriéndose específicamente a México, dijo que el país debe consolidar la estabilidad macroeconómica "en un contexto de volatilidad asociada al fin de la política monetaria laxa en Estados Unidos y la sincronía a nivel internacional".
"Y la consolidación de la credibilidad de las finanzas públicas ante el choque petrolero (la caída de los precios internacionales del crudo) es crucial", acotó.