Por Cassandra Garrison
BUENOS AIRES, 15 mar (Reuters) - Una delegación de China visitará Argentina este mes para conversar sobre la construcción de una planta de energía nuclear, lo que muestra un potencial avance entre ambos países para alcanzar un acuerdo que podría aumentar la creciente influencia de Pekín en la nación sudamericana.
Una fuente del Gobierno argentino dijo a Reuters esta semana que el "equipo técnico" de China se reuniría con proveedores locales por el demorado proyecto nuclear, estimado en hasta 8.000 millones de dólares.
Argentina esperaba poder anunciar en noviembre un acuerdo con China para el financiamiento de la planta nuclear, denominada en el pasado como Atucha III, durante la visita de estado que realizó el presidente chino Xi Jinping, tras la cumbre del G20 realizada en Buenos Aires.
Sin embargo, las partes no pudieron llegar a un acuerdo y en enero el subsecretario argentino de Energía Nuclear, Julián Gadano, y el embajador de Argentina para China, Diego Guelar, se encontraron con funcionarios chinos en Pekín para conversar sobre el proyecto, dijo la fuente del Gobierno del país austral.
Una segunda fuente del Gobierno argentino, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que el diálogo con China sobre la planta nuclear continuaba, pero que no se ha registrado un "progreso concreto" para lograr la firma de un acuerdo.
Si se construye, la planta sería uno de los mayores proyectos financiados en Argentina por China, que se ha convertido en un socio comercial clave para la nación sudamericana, como también su mayor prestamista no institucional.
La embajada china en Buenos Aires no respondió a las solicitudes de comentarios de Reuters, mientras que la Corporación Nacional Nuclear de China, una compañía nuclear estatal que mantuvo conversaciones previas por la construcción de plantas nucleares en Argentina, declinó hacerlos.
Un funcionario de prensa de la dirección de asuntos nucleares de Argentina, que opera dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que desconocía la visita de la delegación china.
El puntapié inicial del diálogo con China por la planta de energía comenzó durante la administración de la expresidenta Cristina Fernández, una peronista de centro-izquierda que dejó la presidencia a fines del 2015, tras cerrar varios acuerdos con Pekín, y fue sucedida por el actual mandatario Mauricio Macri.
Cuando Argentina firmó el año pasado un acuerdo de financiamiento por 56.300 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional para rescatar a su frágil economía, el presidente de Estados Unidos expresó su apoyo al acuerdo con el FMI y al liderazgo del político de centro-derecha Macri.
Durante su campaña proselitista para la presidencia, Macri -al igual que el presidente de derecha Jair Bolsonaro en el vecino Brasil- tomó una posición firme contra China y dijo que revisaría algunos de los acuerdos que Fernández había hecho con el gigante asiático.
No obstante, China se ha convertido en un inversor y socio comercial y financiero clave de Argentina -uno de los principales aliados de Washington en la región- como parte de sus políticas hacia Latinoamérica. (Traducido al español por Maximilian Heath)