SAN SALVADOR, 22 ene (Reuters) - El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, realizó el viernes los primeros cambios en su gabinete de seguridad tras 18 meses en el gobierno, luego de que el empobrecido país centroamericano registrara el año pasado una cifra récord de homicidios achacados a las pandillas.
El mandatario nombró como nuevo ministro de Justicia y Seguridad a Mauricio Ramírez, quien era hasta ahora director de la policía, y también designó a Roberto Flores como viceministro de esa cartera, un comisionado con amplia trayectoria en la policía salvadoreña.
El subdirector de la policía, Howard Cotto, asumió el mando del cuerpo.
"Queremos alcanzar mayor efectividad en la persecución y control del delito, necesitamos seguir desarticulando a los grupos más peligrosos en este momento que son las pandillas", dijo Sánchez, un ex comandante guerrillero de 71 años, durante la juramentación de los nuevos funcionarios.
El reemplazo en el ministerio de una figura política como el ex diputado Benito Lara por Ramírez, un comisario con vasta experiencia en la lucha contra el crimen organizado sobre el terreno, busca una mejor coordinación interinstitucional entre la policía, la Fiscalía y, cada vez más, las Fuerzas Armadas.
Los asesinatos se dispararon en El Salvador un 70 por ciento el año pasado, cuando reportó una cifra récord de 6.650 homicidios, superando según expertos a las cifras de la sangrienta guerra civil que sacudió al país por décadas.
El auge de la violencia es atribuido principalmente a las pandillas, llamadas "maras", cuya guerra a muerte por el control del territorio ha disparado la tasa de homicidios a 103 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas en el mundo según la ONU. (Reporte de Nelson Rentería, editado por Adriana Barrera y Silene Ramírez)