por Adrian Estañol Casáis
Infosel, abril. 15.- La mayoría de los gestores de fondos de inversión en Latinoamérica consultados por Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch consideran que la calidad crediticia de México podría deteriorarse más rápido de lo previsto, debido a los retos que enfrenta el país a raíz de la pandemia de coronavirus covid-19.
De acuerdo con una encuesta elaborada por Bofa, como también se le conoce al banco de origen estadounidense, 60% de los 30 gestores de inversión consultados prevé que la nota crediticia de México perderá el grado de inversión para finales de 2021.
La visión de los manejadores de fondos, que administran alrededor de 60 mil millones de dólares, contrasta con la opinión que tenían hace 15 meses, en enero de 2019, cuando sólo un tercio de los encuestados por Bofa consideraba que México perdería el grado de inversión en 2021, justo poco tiempo después de que la agencia de calificación Fitch Ratings aplicara el primer recorta a la nota crediticia de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos a "BBB-", la cual ahora se encuentra en grado especulativo "BB".
Para 23% de los gestores, México incluso corre el riesgo de perder el grado de inversión en 2020.
"El ritmo más rápido que se inclina a una pérdida en el grado de inversión está en línea con nuestra perspectiva", dijo Bofa en su reporte Latam Fund Manager Survey.
La economía mexicana enfrenta una de las mayores presiones en comparación con sus pares latinoamericanos, que también han implementado medidas de aislamiento para disminuir el ritmo de la pandemia de covid-19.
Apenas ayer, el Fondo Monetario Internacional anticipó una contracción de 6.6% del producto interno bruto de México, la segunda economía más grande de América Latina, al cierre de este año, el menor nivel entre los países de la región.
Ahora, el mayor riesgo para la economía mexicana es el nuevo coronavirus, según consideraron 60% de los gestores encuestados en abril. La pandemia desplazó la preocupación entre los inversionistas por las decisiones del gobierno, las cuales eran consideradas como el principal riesgo en 2019, de acuerdo con datos de la encuesta de Bofa.
En el reporte de abril, 27% de los gestores también identificó un riesgo en la desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos y a poco más de 10% le seguía preocupando las decisiones tomadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Algunos de estos riesgos son similares a los que expuso la calificadora Standard & Poor's (S&P) al rebajar la nota crediticia de México de "BBB+" a "BBB", dos escalones por encima del grado especulativo.
Apenas en marzo, S&P explicó que la "débil" economía mexicana sería afectada por el impacto del covid-19 en Estados Unidos, su principal socio comercial, además de un "probable debilitamiento de las finanzas públicas ante el desafío de sostener el crecimiento económico".
Los riesgos por el coronavirus, en general, es lo que mantiene preocupados a la mayoría de los inversionistas en los países latinoamericanos. Incluso, 60% de los entrevistados estimó que la recuperación económica será lenta, en forma de U en lugar de V, lo que implica que no ocurrirá tan pronto como se advertía al inicio de la pandemia.
El FMI estimó en su más reciente reporte de expectativas económicas que el rebote económico para la mayoría de los países será en 2021, aunque con una "enorme incertidumbre" aún sobre las proyecciones. Para lograr una reactivación pronta, el FMI señaló que es esencial establecer una política fiscal que ayude a las empresas y a los trabajadores, así como políticas monetarias más laxas.
En este último punto, la mayoría de los inversionistas estimó que el Banco de México continuará con los recortes a la tasa de interés y terminará el año con un rango entre 6.5 y 4.5%.
Infosel, abril. 15.- La mayoría de los gestores de fondos de inversión en Latinoamérica consultados por Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch consideran que la calidad crediticia de México podría deteriorarse más rápido de lo previsto, debido a los retos que enfrenta el país a raíz de la pandemia de coronavirus covid-19.
De acuerdo con una encuesta elaborada por Bofa, como también se le conoce al banco de origen estadounidense, 60% de los 30 gestores de inversión consultados prevé que la nota crediticia de México perderá el grado de inversión para finales de 2021.
La visión de los manejadores de fondos, que administran alrededor de 60 mil millones de dólares, contrasta con la opinión que tenían hace 15 meses, en enero de 2019, cuando sólo un tercio de los encuestados por Bofa consideraba que México perdería el grado de inversión en 2021, justo poco tiempo después de que la agencia de calificación Fitch Ratings aplicara el primer recorta a la nota crediticia de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos a "BBB-", la cual ahora se encuentra en grado especulativo "BB".
Para 23% de los gestores, México incluso corre el riesgo de perder el grado de inversión en 2020.
"El ritmo más rápido que se inclina a una pérdida en el grado de inversión está en línea con nuestra perspectiva", dijo Bofa en su reporte Latam Fund Manager Survey.
La economía mexicana enfrenta una de las mayores presiones en comparación con sus pares latinoamericanos, que también han implementado medidas de aislamiento para disminuir el ritmo de la pandemia de covid-19.
Apenas ayer, el Fondo Monetario Internacional anticipó una contracción de 6.6% del producto interno bruto de México, la segunda economía más grande de América Latina, al cierre de este año, el menor nivel entre los países de la región.
Ahora, el mayor riesgo para la economía mexicana es el nuevo coronavirus, según consideraron 60% de los gestores encuestados en abril. La pandemia desplazó la preocupación entre los inversionistas por las decisiones del gobierno, las cuales eran consideradas como el principal riesgo en 2019, de acuerdo con datos de la encuesta de Bofa.
En el reporte de abril, 27% de los gestores también identificó un riesgo en la desaceleración en la actividad económica de Estados Unidos y a poco más de 10% le seguía preocupando las decisiones tomadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Algunos de estos riesgos son similares a los que expuso la calificadora Standard & Poor's (S&P) al rebajar la nota crediticia de México de "BBB+" a "BBB", dos escalones por encima del grado especulativo.
Apenas en marzo, S&P explicó que la "débil" economía mexicana sería afectada por el impacto del covid-19 en Estados Unidos, su principal socio comercial, además de un "probable debilitamiento de las finanzas públicas ante el desafío de sostener el crecimiento económico".
Los riesgos por el coronavirus, en general, es lo que mantiene preocupados a la mayoría de los inversionistas en los países latinoamericanos. Incluso, 60% de los entrevistados estimó que la recuperación económica será lenta, en forma de U en lugar de V, lo que implica que no ocurrirá tan pronto como se advertía al inicio de la pandemia.
El FMI estimó en su más reciente reporte de expectativas económicas que el rebote económico para la mayoría de los países será en 2021, aunque con una "enorme incertidumbre" aún sobre las proyecciones. Para lograr una reactivación pronta, el FMI señaló que es esencial establecer una política fiscal que ayude a las empresas y a los trabajadores, así como políticas monetarias más laxas.
En este último punto, la mayoría de los inversionistas estimó que el Banco de México continuará con los recortes a la tasa de interés y terminará el año con un rango entre 6.5 y 4.5%.