México, 5 sep (EFE).- El Gobierno de México confía en un repunte de la economía en 2015 impulsado por la inversión y las exportaciones, pese a una caída del 7,1 % de ingreso petrolero, según los criterios de política económica para el año próximo.
El secretario mexicano de Hacienda, Luis Videgaray, entregó hoy a la Cámara baja el paquete económico para 2015, en el que prevé un crecimiento del 3,7 % del producto interno bruto (PIB), menor al 4,7 % proyectado en abril de este año, cuando entregó al Congreso sus perspectivas para el año entrante.
El documento entregado hoy prevé para 2015 "un mayor dinamismo económico", impulsado por un aumento de la inversión y por las exportaciones.
Según los cálculos oficiales, este dinamismo "contribuirá a cerrar la brecha del producto, generada tras la crisis global de 2009 y la reciente desaceleración mundial, aunque será insuficiente para eliminarla por completo".
El paquete establece una inversión pública de 839.654 millones de pesos (64.292 millones de dólares), que supone un "estímulo contracíclico" que permitirá impulsar la actividad económica.
No obstante, el proyecto precisa que el año próximo los ingresos del petróleo bajarán "un 7,1 % en términos reales" respecto a las cifras establecidas en la Ley de Ingresos para 2014, debido a una menor producción de crudo y gas, así como a la reducción del precio promedio del crudo.
Según Hacienda, el bajo nivel de ingresos petroleros para 2015 será producto "de una plataforma de producción de petróleo históricamente baja (2,4 millones de barriles diarios) que refleja una problemática transitoria, pero significativa, en el sector".
En los últimos años, el talón de aquiles de las finanzas públicas mexicanas ha sido el ingreso petrolero, que representa una tercera parte de la recaudación tributaria.
El problema reside en que la producción de crudo cayó de 3,3 millones de barriles diarios en 2004 hasta 2,4 millones diarios en 2013, nivel que bajará a 2,35 millones al cierre de este año.
El Gobierno confía en que la reforma energética aprobada en diciembre pasado permitirá reactivar la producción petrolera y alcanzar una media de 3 millones de barriles diarios hacia 2018.
En los documentos entregados a la Cámara de Diputados, el Gobierno mexicano ratificó su pronóstico de crecimiento del 2,7 % para este año, pese a que en el primer semestre la economía apenas se elevó en 1,7 % respecto al mismo periodo de 2013.
Según los pronósticos oficiales, el PIB nominal en 2015 se ubicará en 18,3 billones de pesos (1,4 billones de dólares).
El Gobierno también anticipa un déficit fiscal del 1 % del PIB, una inflación del 3 %, un tipo de cambio de 13 pesos por dólar, un precio promedio de 82 dólares por barril de crudo y un déficit en cuenta corriente de 27.660 millones de dólares.
A los problemas de la economía mexicana se suma el alto nivel de deuda pública, que al cierre de junio pasado alcanzó el 37,3 % del PIB, de los cuales la deuda externa "representa 11,3 puntos porcentuales y la deuda interna 26 puntos".
Pese a la debilidad de la economía, las autoridades mexicanas mantienen su optimismo y confían en que el proyecto de presupuesto para 2015 sentará las bases para "consolidar y acelerar el crecimiento económico en un entorno de estabilidad e inclusión social".
Aseguran que esta propuesta está dirigida a lograr "una efectiva y pronta implementación" de las 11 reformas estructurales aprobadas por el Congreso en los últimos 20 meses, con el fin de que "sus beneficios lleguen lo antes posible a las familias mexicanas".
No obstante, las autoridades prevén riesgos internos y externos, derivados principalmente por el dinamismo de la economía estadounidense y la aplicación de su política de regulación monetaria.
Los diputados deben analizar y aprobar el proyecto de la Ley de Ingresos a más tardar hasta el 20 de octubre y enviarlo al Senado para que sea ratificado, mientras que para el presupuesto de egresos tiene hasta el 15 de noviembre.