Infosel, junio. 25.- Pese a que los temores a una normalización más agresiva de la política monetaria estadounidense, más las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump de desatar disputas comerciales en distintas regiones del mundo, aceleraron la salida de flujos de mercados emergentes en mayo, los especialistas no creen la tendencia negativa se mantendrá.
Al contrario, muchos creen que las buenas perspectivas económicas de los países en vías de desarrollo harán que el interés en esos países perdure.
"Las perspectivas para el crecimiento de los países emergentes, encabezadas por una China resistente, permanecen fuertes", lo que mantendrá el apetito de los inversionistas foráneos por los activos de mercados emergentes, escribieron Emre Riftik, Scott Farnham y Gibbs Sonja analistas de Institute of International Finance, o IIF, en un reporte titulado: Capital Flows Tracker Looking Througth the Turbulence.
El mismo IIF prevé que los flujos netos de capital (la inversión extranjera directa y la inversión en cartera) de extranjeros en economías emergentes cerrarán el año con un saldo a favor para la mayoría de esos países, a excepción de Hungría, Rusia, China y Tailandia.
Para México, IIF espera que los flujos foráneos cierren el año con un saldo a favor de cerca de 15 mil 200 millones de dólares, o ligeramente menores a los 16 mil 800 millones que recibió el país en 2017.
Las predicciones de IIF las comparten otros estrategas mexicanos que creen que a pesar de la volatilidad que podrá generar la llegada de un nuevo gobierno al país, la estabilidad macroeconómica de México más que compensará esa incertidumbre.
"El flujo de inversiones para México todavía es bastante estable, pues México permanece todavía con fundamentales bastante sólidos y ofreciendo un atractivo bastante interesante para inversionistas internacionales", dijo en entrevista telefónica, Santiago Leal, gerente de estrategia de renta fija y tipo de cambio de Grupo Financiero Banorte (MX:GFNORTEO) Ixe.
De hecho, los inversionistas foráneos aumentaron su demanda por activos mexicanos, principalmente instrumentos gubernamentales, en 0.73% en mayo, con respecto al mes previo, marcando así su tercer crecimiento mensual consecutivo.
De hecho la tenencia de deuda soberana en manos de extranjeros se mantuvo cerca de los niveles máximos del año alcanzados el pasado abril, al ubicarse en 1.832 billones de pesos (91.146 mil millones de dólares), de acuerdo con cifras de Banco de México.
Un elemento que para los especialistas podrá ayudar a que no sólo se frene la salida de recursos de mercados emergentes, que incluso sumó 12 mil 300 millones de dólares, el mes pasado es la caída que ha registrado el rendimiento del bono a 10 años del Tesoro estadounidense.
Ese descenso hace menos atractivo ese instrumento y, por el contrario, hace más apetecible los activos de mercados emergentes, que, por lo general, ofrecen mayores ganancias a los inversionistas.
La caída de la tasa del Treasury a 10 año "debería proporcionar una base más sólida para una mejor demanda de deuda de cartera de mercados emergentes y mejores entradas de capital en el corto plazo", agregaron Riftik, Farnham y Sonja, los analistas de IIF.
También los mercados en vías de desarrollo podrían verse favorecidos por una creciente preocupación entre los analistas e inversionistas: la mayor emisión de deuda del gobierno de Estados Unidos para financiar un posible mayor déficit fiscal.
Eso podría crear cierto ruido sobre la estabilidad macro de Estados Unidos y reducir el atractivo de sus instrumentos financieros.
De hecho en los primeros siete meses del año fiscal --que termina en septiembre -- el gobierno estadounidense registró ya un déficit de 385 mil 444 millones de dólares, por encima de los 344 mil 427 millones registrados en el mismo lapso del año pasado.
Buena parte de este crecimiento lo explican los recortes a los impuestos que aprobó el Congreso estadounidense a finales del año pasado y que reducen los ingresos tributarios del gobierno de Trump.