Por Maximiliano Rizzi
BUENOS AIRES, 4 nov (Reuters) - Las ventas de soja, trigo y maíz están casi paralizadas en el mayor mercado agrícola de Argentina ante la expectativa de los productores de que los precios mejoren con el Gobierno que asuma en diciembre, que se espera sea más amigable con los mercados.
Los dos candidatos que competirán en el balotaje del 22 de noviembre han prometido aliviar en distinta medida los altos impuestos sobre las ventas externas de trigo, maíz y soja -conocidos como retenciones- de uno de los mayores exportadores globales de granos y derivados. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N12W02L
Si gana el opositor Mauricio Macri, que se posiciona como favorito, se espera que elimine restricciones a las exportaciones y devalúe con fuerza el peso local ARS=RASL , cuyo alto valor eleva actualmente el costo de los insumos y golpea la rentabilidad del negocio. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N12X1ON
El oficialista Daniel Scioli también prometió mejoras para un sector clave, en busca de las divisas que Argentina necesita para reactivar la economía y reducir la inflación.
"Macri y Scioli hablan de quitar retenciones, y Macri también de devaluar. Si no necesita plata, el productor espera", señaló Guillermo Mouliá, operador de la correduría de granos Guardatti Torti.
"Soja venden lo mínimo indispensable, trigo no se vende nada", agregó, y explicó que en el caso del maíz las ventas se han volcado al mercado a futuro, donde el precio trepó el martes a 145 dólares por tonelada desde los 115/120 dólares de un mes atrás, anticipando un escenario sin impuestos.
Al no haber un registro oficial de operaciones es difícil conocer con certeza el volumen negociado a diario en Rosario, la principal plaza de granos del país, pero Mouliá estimó que en el caso de la soja es actualmente menos de la mitad de la ya baja cantidad que se negocia en esta época del año.
El martes la oleaginosa, que registró muy pocas ventas en Rosario, cotizó a 2.250 pesos por tonelada, uno de los valores más altos de los últimos seis meses.
"Aunque no le quiten las retenciones, mejorando el tipo de cambio el productor ya gana. Eso justifica que el productor no venda ni un kilo, porque la diferencia de plata es muy grande", dijo a Reuters Pablo Adreani, director de la consultora Agripac.
Según Adreani, sin impuestos a la exportación, el precio local del maíz debería ser un 15 por ciento más alto -20 dólares por tonelada-, mientras que el del trigo debería subir un 34 por ciento, lo que equivale a 52 dólares.
En el caso de la soja, el principal cultivo del país, Scioli prometió una baja de 10 puntos porcentuales en el impuesto a la exportación, desde el 35 por ciento actual, mientras que Macri dijo que lo recortará 5 puntos porcentuales al año.
CAMBIOS EN LOS MERCADOS
Los agricultores de Argentina están enfrentados desde hace años con la presidenta Cristina Fernández por sus políticas de fuerte intervención estatal en la economía, que incluyen férreas restricciones a las exportaciones.
"La gente ya empezó a descontar que va a haber cambios en la política, gane quien gane, y mejoró bastante el margen bruto de la (temporada) que viene", dijo a Reuters Julio Calzada, director de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Rosario.
Argentina es el principal proveedor mundial de harina y aceite de soja, el tercero del poroto sin procesar y el cuarto de maíz. También es un importante exportador de trigo.
Luego de la primera vuelta electoral de fines de octubre, en la que Macri tuvo un desempeño mejor que el esperado, los precios del trigo a futuro se dispararon a su nivel más alto del año en Rosario. Pero la Bolsa local explicó que el atraso cambiario hizo que las operaciones no despegaran.
Según el fisco de Argentina, los productores están reteniendo unos 19,7 millones de toneladas de soja, 21,4 millones de maíz y 9,5 millones de toneladas de trigo.
"Unos 13.000 millones de dólares que podrán ingresar en breve al país y que son montos que permitirán fortalecer las reservas del Banco Central", dijo el jefe de la Afip, Ricardo Echegaray, en momentos en que las reservas internacionales están debilitadas por la escasez de inversiones que sufre el país.
Mientras tanto, las operaciones seguirán en una pausa que podría continuar hasta el 2016, dependiendo de cuán rápido actúe el Gobierno que asumirá el 10 de diciembre.
"Todo el mundo (está a la) espera, no es solo el que tiene la bolsa de granos. Nadie quiere tener pesos en la mano", dijo Bernard Courreges, un productor agrícola de General Villegas.
(1 dólar = 9,5675 pesos) (Editado por Nicolás Misculin/Javier Leira)