China se ha dirigido a la Unión Europea para advertirle de que no debe negociar por separado los precios de los vehículos eléctricos, ya que ello podría socavar las negociaciones arancelarias bilaterales en curso. El Ministerio de Comercio de China expresó su preocupación por que tales acciones pudieran desestabilizar los aspectos fundamentales de sus negociaciones.
Días antes, la Unión Europea rechazó una propuesta de China que sugería que los VE fabricados allí tuvieran un precio mínimo de venta de 30.000 euros, equivalentes a unos 32.000 dólares. Esta propuesta formaba parte de la estrategia de Pekín para evitar la imposición de aranceles por parte de la UE prevista para el mes que viene.
La declaración del Ministerio se publicó en su página web oficial, en la que se hacía hincapié en la importancia de mantener un enfoque unificado en las discusiones arancelarias. El Gobierno chino considera que desviarse del proceso de negociación acordado podría tener efectos adversos en la relación comercial entre China y la UE, concretamente en el contexto del mercado de vehículos eléctricos.
El rechazo de la UE a la propuesta de precio mínimo indica un punto de estancamiento en las negociaciones, y los posibles aranceles se perfilan como un factor significativo en el futuro del comercio de vehículos eléctricos entre ambas economías. El resultado de estas negociaciones arancelarias está siendo seguido muy de cerca, ya que puede influir en el precio y la disponibilidad de los vehículos eléctricos fabricados en China en el mercado europeo.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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