El informe sobre el empleo en Estados Unidos correspondiente al mes de julio ha provocado una importante reevaluación del panorama económico, lo que ha dado lugar a debates sobre las posibles decisiones de la Reserva Federal en materia de tipos de interés. A pesar de un aumento de la tasa de desempleo hasta un máximo posterior a la pandemia y el crecimiento más lento del empleo en el sector privado en 16 meses, el informe también destacó algunos acontecimientos positivos.
El impacto del huracán Beryl durante la semana de la encuesta del informe sobre el empleo ha sido un punto de controversia. La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) señaló que el huracán, que azotó Texas y provocó apagones generalizados, no afectó significativamente a los datos. Sin embargo, los economistas han expresado su preocupación, señalando el número inusualmente alto de trabajadores, 436.000 en empleos no agrícolas y 461.000 incluidos los trabajadores agrícolas, que declararon no poder trabajar debido al mal tiempo. Esta cifra supera con creces la media de julio desde 1976. Además, más de un millón de trabajadores se vieron limitados a trabajar a tiempo parcial debido al mal tiempo, lo que supone un récord para el mes de julio.
El número de personas que experimentaron pérdidas temporales de empleo alcanzó el nivel más alto en unos tres años, contribuyendo al aumento del paro en 352.000 personas. Estos despidos temporales, potencialmente influidos por el huracán Beryl, podrían ver un retroceso en el informe de agosto si no se convierten en permanentes.
Los empleos en la construcción, a menudo considerados precursores de cambios económicos más amplios, han mantenido el crecimiento, con 25.000 nuevos puestos añadidos, superando la media mensual anterior a la pandemia. Esto podría indicar un posible repunte de la construcción de viviendas, que ha sido débil en los últimos meses.
La tasa de actividad de los trabajadores en edad productiva (25-54 años) alcanzó el 84% en julio, la más alta desde 2001, lo que indica su importante reincorporación a la población activa. En concreto, la tasa de participación de los hombres en edad productiva aumentó hasta el 90%, un nivel no visto desde la crisis financiera de 2007-2009. La participación de las mujeres en edad productiva igualó el récord del 78,1% alcanzado en mayo.
Estas señales contradictorias en el mercado laboral están siendo analizadas de cerca mientras los inversores y los responsables políticos consideran las implicaciones para la economía estadounidense y las futuras acciones de la Reserva Federal.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.