El gobierno japonés ha reiterado su compromiso de tomar medidas decisivas contra los movimientos erráticos del mercado de divisas. El Secretario Jefe del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, subrayó el martes la importancia de la estabilidad de los tipos de cambio y la inconveniencia de una volatilidad excesiva.
Esta declaración se produce cuando los datos del Banco de Japón sugieren que la semana pasada Tokio podría haber realizado importantes intervenciones en el mercado, estimadas en casi 6 billones de yenes, para reforzar el valor del yen.
Los participantes en el mercado sospechan que Japón intervino dos veces la semana pasada -una el jueves y otra el viernes- para apoyar al yen, que ha estado rondando mínimos de 38 años frente al dólar. Tras la intervención del jueves, que los operadores creen que fue en respuesta a un informe sobre la inflación en EE.UU. menor de lo esperado, el yen subió un 3% hasta 157,40 frente al dólar.
A pesar de ello, el yen había recortado la mayor parte de sus ganancias el martes, cotizando a 158,45, cerca del umbral de 160 que, según se informa, es el desencadenante de la intervención de las autoridades japonesas en el mercado de divisas.
Hayashi, durante una rueda de prensa previa a la publicación de los datos del Banco de Japón, declinó confirmar si Japón había intervenido realmente en el mercado. Se ha convertido en norma que las autoridades japonesas no confirmen ni desmientan su participación en este tipo de operaciones en el mercado de divisas.
Los analistas están estableciendo paralelismos entre las presuntas intervenciones de la semana pasada y las que se produjeron en torno al 1 de mayo, tras las declaraciones moderadas del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que tuvieron un efecto amortiguador sobre el dólar.
El estratega jefe de divisas de Mizuho Securities señaló que las intervenciones de Tokio parecen estar más preocupadas por el valor del yen en relación con el dólar, en particular cuando cae por debajo de la marca de 160, que por la velocidad de su caída.
Aunque un yen más débil puede beneficiar a los exportadores al abaratar sus productos en el extranjero, plantea problemas a la economía japonesa al aumentar el coste de importación de bienes esenciales como el combustible y los alimentos, lo que repercute en el consumo.
La atención se centra ahora en la reunión de política monetaria del Banco de Japón, prevista para el 31 de julio, y algunos operadores especulan con la posibilidad de que el banco central eleve los tipos de interés desde su actual nivel cercano a cero para frenar la tendencia al debilitamiento del yen.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.