Los recientes resultados electorales en Francia han llevado a una alianza de izquierdas, el Nuevo Frente Popular (NFP), a obtener el mayor número de escaños en las elecciones parlamentarias del domingo, provocando inquietud entre los inversores. La victoria del NFP fue una sorpresa, sobre todo después de que la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) liderara los sondeos de opinión antes de las elecciones.
A pesar de la victoria, el PNF no alcanzó la mayoría absoluta, lo que deja a Francia con un parlamento indeciso y un futuro político incierto. Los inversores ya estaban preocupados por el posible estancamiento político y las consecuencias para la estabilidad financiera de Francia. El ratio deuda/producto del país se situó en un significativo 110,6% en 2023, y con el PNF a más de 100 escaños de la mayoría, se espera que el déficit presupuestario, que fue del 5,5% del producto el año pasado, siga siendo alto.
La prima de riesgo por mantener la deuda de Francia frente a la de Alemania se situó el lunes en 65 puntos básicos, ligeramente por debajo del viernes, pero aún no cerca del máximo de 12 años de 85 puntos básicos alcanzado en junio. Las reacciones del mercado fueron dispares, con el índice CAC 40 experimentando una breve subida antes de ceder sus ganancias. Las acciones de los principales bancos franceses, entre ellos BNP Paribas (EPA:BNPP) (OTC:BNPQY), Societe Generale (OTC:SCGLY) y Credit Agricole (EPA:CAGR) (OTC:CRARY), también cayeron, reflejando la continua preocupación por los riesgos económicos y los posibles nuevos impuestos.
La agenda de la PFN incluye desechar la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron, aumentar el salario mínimo y limitar los precios de los bienes esenciales, con planes para financiar estas iniciativas a través de aumentos de impuestos. Sin embargo, los inversores temen que, sin una reducción del déficit presupuestario, Francia podría enfrentarse a medidas disciplinarias de la Unión Europea.
S&P Global Ratings ya ha señalado que la calificación crediticia de Francia podría resentirse si el crecimiento económico no es suficiente o si no se frena el déficit presupuestario. No se prevé que el diferencial entre los bonos franceses y alemanes vuelva rápidamente a los niveles anteriores a las elecciones, en torno a los 50 puntos básicos.
Los inversores mantienen la cautela, ya que aún no está clara la composición del nuevo gobierno. Los posibles resultados incluyen un gobierno minoritario del PNF, una coalición liderada por Macron o un gobierno tecnocrático. La incertidumbre plantea la posibilidad de que se amplíen los diferenciales de los bonos franceses y aumenten los costes de endeudamiento para Francia.
También se especula sobre los efectos a largo plazo de las elecciones, incluido el riesgo de otras elecciones dentro de un año y las negociaciones en curso con la Comisión Europea en relación con la disciplina presupuestaria. Empresas de inversión como UBS Asset Management y Allianz Global Investors siguen de cerca la situación, y algunas, como Nuveen, mantienen una posición infraponderada en la deuda pública francesa. El panorama político en Francia sigue siendo fluido, y el impacto final en los mercados y en la política fiscal del país aún está por determinar.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.