En un notable giro de los mercados financieros, las bolsas asiáticas alcanzaron hoy sus niveles más altos en 27 meses, impulsadas por las expectativas de una posible bajada de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense en septiembre. Esta expectativa surgió tras unos datos estadounidenses más flojos, que han provocado una subida de los bonos y las materias primas, al tiempo que debilitaban el dólar.
La escasez de operaciones se debió en parte a un día festivo en Estados Unidos. Mientras tanto, los inversores siguen de cerca el panorama político del Reino Unido, donde se prevé que el Partido Laborista obtenga una importante victoria sobre el Partido Conservador.
Los analistas de CBA han señalado que los planes del Partido Laborista son relativamente modestos en términos de impuestos y gastos, con el objetivo de reducir el importante déficit presupuestario del Reino Unido y realinear el país más estrechamente con la Unión Europea.
Al otro lado del canal, las elecciones francesas también están en el punto de mira, y se espera que los partidos mayoritarios impidan que la Agrupación Nacional obtenga la mayoría en las elecciones del próximo domingo.
En los mercados asiáticos, el índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón subió un 0,7%, marcando su punto más alto desde abril de 2022. El Nikkei japonés subió un 0,4%, acercándose a su máximo de marzo, mientras que el índice más amplio Topix alcanzó máximos históricos. Los futuros del S&P 500 y del Nasdaq se mantuvieron estables, manteniendo sus niveles récord tras la publicación de unos datos económicos suaves.
El índice ISM de actividad de los servicios estadounidenses descendió a su nivel más bajo desde mediados de 2020, destacando especialmente la debilidad del empleo antes del informe de nóminas de junio que se publicará el viernes. Mientras que la encuesta PMI de servicios mostró fortaleza, ambas encuestas indicaron que las presiones inflacionistas podrían estar cediendo.
El índice Citi de sorpresa económica en EE.UU. ha caído a -47,5, su nivel más bajo desde agosto de 2022, y la previsión GDPNow de la Fed de Atlanta se redujo a un mero 1,5% desde el 1,7%. Estos acontecimientos sugieren un enfriamiento de la economía, que se alinea con el deseo de la Reserva Federal de obtener más pruebas antes de considerar un recorte de tipos.
Las expectativas del mercado de un recorte de tipos en septiembre han aumentado hasta el 74%, con un total de 47 puntos básicos de relajación previstos para este año. En respuesta, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años cayeron 8 puntos básicos, hasta el 4,355%.
La caída del dólar ha favorecido a otras divisas: el euro subió a 1,0793 $ y el dólar australiano alcanzó un máximo de seis meses de 0,6733 $. El yen, sin embargo, siguió debilitándose, y el dólar cotizaba a 161,40 yenes tras alcanzar un máximo de 38 años de 161,96.
Los precios de las materias primas también se han visto afectados por la caída del dólar, con el oro repuntando hasta los 2.358 dólares la onza. Los precios del petróleo, por su parte, experimentaron un ligero descenso, con el crudo Brent cayendo a 87,03 dólares el barril y el crudo estadounidense a 83,55 dólares el barril, a pesar de un reciente repunte de la demanda señalado por un gran descenso de las reservas de crudo estadounidenses.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.