Melbourne (Australia), 10 sep (EFE).- El secretario mexicano de Trabajo, Alfonso Navarrete, criticó hoy, en el marco de la reunión del G20 en Australia, la subida "artificial" del salario mínimo realizadas por Argentina y Brasil.
En declaraciones a Efe en la ciudad de Melbourne, Navarrete lamentó la ausencia en la reunión de los titulares de Trabajo de Argentina y Brasil, a quienes quería expresar que "el salario mínimo debe ser elevado por la vía de la productividad y no por decretos que determinan cuánto debe ser el ingreso de los trabajadores".
"Nuestros hermanos argentinos han elevado el salario mínimo en un 30 %, pero tienen una inflación del 40 %, y los brasileños, que constantemente lo están elevando, se han declarado en una recesión económica tras registrar dos trimestres de cero crecimiento", señaló.
Para Navarrete, "el salario debe ser elevado a través de una fórmula tripartita, en donde la productividad sea el centro que permita cambiar las cosas" a través de un proceso en que se produzcan mejoras en la educación, participación y la alineación de los mercados a las cadenas de valor, entre otros.
"Hay que explotar el potencial que se tiene para que el Estado invierta dónde le conviene y desde luego ser un país atractivo para la inversión directa, la generadora real de empleo, la nueva empresa, los emprendedores que son los que generan empleo en el mundo sobre todo a jóvenes", señaló.
Los comentarios de Navarrete, que participa en una reunión hoy y mañana de ministros de Trabajo del G20, se producen semanas después de que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) considerara que las subidas graduales al salario mínimo contribuyen a reducir la desigualdad y no tienen efectos adversos significativos en el empleo agregado.
Los estudios de la Cepal sobre Argentina, Brasil, Chile y Uruguay indican que la mejora del salario mínimo se ha traducido en una caída de la desigualdad, sin afectar negativamente al empleo.
México, por su parte, es el único país de la región en el que el salario mínimo es inferior (0,66 veces) al umbral de la pobreza.
Navarrete explicó que en México el problema es que el salario mínimo es "una medida económica que se ligó a otras series de unidades económicas (como sanciones, vacaciones, etc), que no tienen que ver con el salario mínimo en sí, pero que son inflacionarias".
Pero defendió que en México ya comienza a darse una discusión para desvincularlo de estas unidades inflacionarias.
"Siendo el salario mínimo una unidad económica que dictan y que determinan los factores de la producción, no el Gobierno, porque para esto es constitucionalmente los trabajadores y los empleadores quienes fijan el salario mínimo llegó el momento de discutirlo, de desvincularlo de otras unidades de cuenta", subrayó.
Ese paso permitirá, a su parecer, "que no se eleve artificialmente el salario mínimo, sino que sea parte de un crecimiento económico completo y sea aliciente del mercado interno y no un mecanismo inflacionario como ha sucedido y esta sucediendo en algunos países de latinoamérica".
También señaló que en la reunión del G20, México ha promovido las reformas implementadas por el presidente del país, Enrique Peña Nieto, y ha expresado sus preocupaciones por la formalización del trabajo en el país a largo plazo.
México, que "es una de las economías del G20 con los ingresos más desiguales", considera que la respuesta al empleo es el crecimiento económico y las reformas estructurales que "permitan dinamizar a las economías en épocas inciertas", agregó.
En esta reunión del G20, Navarrete aprovechó para reunirse con el secretario estadounidense de Trabajo, Tom Perez, para hablar de asuntos sobre migración y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral, así como con funcionarios de la Unión Europea para abordar "el inquietante futuro" del crecimiento económico.
"No obstante se han dado avances importantes como los de España", recalcó Navarrete, quien además se reunirá con su homólogo australiano, Eric Abetz, para dialogar sobre un intercambio de información técnica.