Investing.com - El mercado se centra esta semana en los indicios de que la ralentización económica de China se está agravando, alimentando los temores sobre las previsiones económicas a escala mundial.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas, el producto interior bruto (PIB) del cuarto trimestre ha subido a su ritmo más lento desde la crisis financiera global, descendiendo hasta un 6,4% en términos anuales.
Eso hace descender el crecimiento anual hasta un 6,6%, el ritmo anual más lento desde 1990, lastrado por la maltrecha demanda interna y los demoledores aranceles de Estados Unidos.
Los analistas de Capital Economics han advertido de que la ralentización económica de China parece ir a ser de escala similar a la de 2015-16, aunque hay algunas diferencias significativas hasta el momento, especialmente una menor presión sobre el yuan y ningún indicio de grandes salidas de capital.
"En un contexto de preocupaciones en torno a otras economías, el debilitamiento de China se une a las razones para esperar una marcada ralentización global", escribieron en una nota.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó el lunes sus previsiones de crecimiento global para 2019 —su segunda revisión a la baja en tan sólo tres meses— alegando la ralentización mayor de lo previsto en China y la eurozona.
El FMI añadió que la incapacidad de resolver las tensiones comerciales podría desestabilizar aún más la economía mundial.
"Las tensiones comerciales son el factor más importante para la confianza de los inversores ahora mismo y va a determinar los flujos de mercado", dijo Nick Twidale, jefe de operaciones de Rakuten (T:4755) Securities.