Los analistas de Citi creen que el consumidor estadounidense es fuerte, pero señalaron que están surgiendo grietas.
"El consumidor estadounidense ha mantenido la resistencia del crecimiento económico durante el último año frente a la elevada inflación y el endurecimiento de la política monetaria", escribieron los analistas, añadiendo que los consumidores en general "siguen en una posición sólida", con unos mercados laborales tensos, un exceso de ahorro considerable y unos niveles de deuda y morosidad bien contenidos.
Sin embargo, afirmaron que la resistente imagen agregada "oculta vulnerabilidades clave dentro del sector de los hogares".
"El 40% de los hogares más pobres, por ejemplo, representan alrededor del 10% de los ingresos, pero más del 20% del consumo y tienden a tener una elevada carga de deuda", añadieron los analistas. "Esta dinámica hace que los consumidores de bajos ingresos corran un mayor riesgo de impago y de un retroceso del gasto a medida que la economía se debilita y las tasas de interés se mantienen elevadas".
Los analistas creen que están empezando a aparecer signos de tensión en este grupo, con un aumento de la deuda de las tarjetas de crédito y de la morosidad de las hipotecas de alto riesgo.
"Si la debilidad del consumidor de rentas bajas persistiera, se extendiera y agravara, tendría consecuencias importantes para el crecimiento económico y la estabilidad financiera", concluyen.