Por Laura Sánchez
Investing.com - La situación en Argentina es muy crítica. A pesar del respiro bursátil de ayer, el peso argentino continuó devaluándose con respecto al dólar y la prima de riesgo se situó en 1.631 puntos básicos. Esto se debe a que los inversores siguen digiriendo el resultado de las primarias en Argentina, con la amplia derrota de Macri.
La vuelta del ‘peronismo’ podría significar volver a políticas proteccionistas, como el control de la divisa y el capital (hay quien teme un nuevo ‘corralito’, 18 años después), así como la reestructuración de la deuda. Ayer, los bancos sufrieron problemas en sus canales digitales ante una avalancha de ciudadanos intentando retirar dinero.
Este escenario, así como las pérdidas que puede generar su exposición a Argentina de firmas españolas, por ejemplo, está provocando que los inversores sigan muy reticentes a invertir en activos de riesgo del país latinoamericano.
Máxima incertidumbre
“Seguiremos pendientes de Argentina. Se abre un periodo de incertidumbre hasta que en octubre se celebren los comicios, y el mercado tiene la vista puesta en los más de 30.000 millones de euros en vencimientos que afronta el país hasta final de año con un mercado que descuenta con elevada probabilidad un impago”, apuntan en Renta 4 (MC:RTA4).
“Una situación que podría complicarse si finalmente Alberto Fernández sale elegido presidente, con un mercado que da por hecho un giro de 180 grados en la política económica. La economía argentina se encuentra en recesión y la inflación y el castigo a la deuda y el peso obligó al rescate por parte del FMI en 2018 con un préstamo de 57.000 millones de euros”, añaden estos expertos.
De la misma opinión son los analistas de Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch, que vuelven a calibrar sus previsiones después de la reacción del mercado, con un menor crecimiento, una mayor inflación y una depreciación real masiva. “Asumimos políticas moderadas después de una transición y una renegociación con el FMI. Sin embargo, la situación fiscal y financiera es vulnerable y los mercados muestran poca credibilidad hasta ahora”.
“Creemos que la probabilidad de una reestructuración en alza el próximo año dadas las grandes necesidades financieras, el acceso limitado al mercado y los desafíos fiscales en medio de una recesión. Pensamos, además, que la recuperación después de una reestructuración, si ocurre, puede estar por debajo de alrededor de 40 centavos para bonos en dólares, con gran incertidumbre”, añaden en BofAML.
Por su parte, Pablo Riveroll, director de Renta Variable Latinoamericana de Schroders (LON:SDR), advierte de que “si Alberto Fernández es elegido, como esperamos ahora, la continuación de la ortodoxia política es un riesgo significativo”.
Según Riveroll, “aunque el plan económico de Fernández aún no está claro, su popularidad es impulsada principalmente por su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que ha sido muy crítica con el acuerdo con el FMI, la eliminación de los controles de capital y los aumentos de los aranceles energéticos, además de tener varias acusaciones de corrupción en su contra”.
Además, este experto apunta que “el propio Alberto Fernández también hizo comentarios radicales durante la campaña, incluyendo el restablecimiento de los controles de capital y el relanzamiento del crecimiento mediante la flexibilización de la política fiscal y monetaria. Si modera estos puntos de vista en los próximos meses es una pregunta abierta”.
"Es probable que la caída de la divisa, la corrección de la bolsa y la reacción del mercado de bonos de ayer afecten a la confianza y traigan de vuelta la inflación. Por lo tanto, es probable que el riesgo de solvencia y liquidez aumente significativamente si Fernández gana las elecciones de octubre”.
Atentos a dos señales
En este sentido, James Barrineau. director de Emerging Markets Debt Relative de Schroders, señala que los inversores en deuda buscarán dos señales a corto plazo: “En primer lugar, una respuesta de Fernández. Aunque en su mayor parte se mantuvo callado en el período previo a las elecciones primarias, dijo algunas cosas imprudentes sobre la política económica. Sin embargo, como es el claro favorito ahora y presunto vencedor, tiene un incentivo para tratar de calmar los mercados y no atraer una atmósfera renovada de crisis desde el primer día”.
En segundo lugar, Barrineau cree que los inversores estarán pendientes de “una demostración de la capacidad del banco central para limitar la volatilidad de las divisas. Una depreciación sustancial del 20% o más podría desencadenar otra ronda de inflación más alta y una espiral de depreciación adicional, y hacer que las métricas de la deuda sean insostenibles a medio plazo”.