por Gloria García Díaz
Infosel, agosto. 19.- Los mercados aumentaron el nivel de volatilidad la semana pasada una vez que el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años se ubicó por debajo de los bonos a dos años, un presagio de que la mayor economía del mundo puede tropezar en el futuro cercano.
Este fenómeno, conocido como curva invertida de rendimientos, ha anticipado los últimos siete períodos de recesión de la economía estadounidense, lo que ha despertado la preocupación de los inversionistas, nerviosos por las consecuencias de la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
El rendimiento que pide un inversionista para adquirir un bono depende del riesgo del emisor, es decir, cuanto menor solvencia, mayor rendimiento. También depende del vencimiento, lo que significa que cuanto mayor vencimiento, mayor será el rendimiento demandado.
Generalmente los bonos con menor vencimiento ofrecen un rendimiento menor que los de mayor vencimiento, como el préstamo es a mayor tiempo los inversionistas exigen un rendimiento más alto.
Pero esta regla se ha roto en algunas ocasiones durante este año, aunque el miércoles de la semana pasada la curva invertida cobro mayor relevancia cuando el bono del Tesoro a 30 años alcanzó un mínimo no visto en la historia, mientras que el bono a 10 años operó por debajo del título a dos años por primera vez desde 2007.
La curva invertida está reflejando el temor que tienen los inversionistas sobre un menor dinamismo de la economía global, incluyendo Estados Unidos, algo que se ha acentuado tras débiles cifras macroeconómicas de las principales economías del mundo, como China y el motor de la eurozona, Alemania.
El comportamiento de los rendimientos de los bonos de largo y corto plazos ha exacerbado el temor de que el ciclo económico de Estados Unidos -10 años de crecimiento continuo- está cada vez más cerca e incluso algunas empresas estadounidenses han bajado sus guías de crecimiento, especialmente, como resultado de la postura proteccionista de Washington frente a Beijing.
"El temor a la recesión estimula el flujo del dinero hacia activos considerados seguros, en particular los de renta fija (bonos gubernamentales)", dijeron estrategas de Cibanco en un reporte.
Así, la curva invertida de los bonos estadounidenses termina también de reflejar las expectativas de una menor inflación como resultado de las previsiones de un menor crecimiento global.
También la incertidumbre en diversos frentes como el comercial y algunos riesgos geopolíticos, como la salida de Reino Unido de la Unión Europea, y la llegada de gobiernos populistas al poder, son factores que han influido en la curva invertida, pues como son elementos de riesgo, los inversionistas optan por activos de refugio, como son los llamados treasuries.
Si además se suma el hecho de que algunos otros instrumentos de deuda, como los alemanes, ofrecen rendimientos negativos, es claro que en tiempos de incertidumbre los bonos estadounidenses resultan ser más atractivos, por lo que su demanda aumenta y el rendimiento disminuye.
De hecho, el mercado de renta fija mexicano también reflejó un comportamiento similar a su homólogo estadounidense, pues a finales de la semana pasada el bono a dos años pagó un rendimiento de 7.23% o 0.05 puntos porcentuales por encima de la tasa que ofreció el título a 10 años, a mayo de 2029, de 7.18%.
Y aunque la curva invertida puede predecir que una recesión está cerca, no significa que acontecerá mañana.
"Estamos lejos de un período recesivo. De hecho, la duración de un evento de esta naturaleza tarde entre 12 y 15 meses para cristalizarse una vez que se invierte la curva", dijeron estrategas de Citi Research en un reporte.
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