Por Laura Sánchez
Investing.com - Los mercados están pendientes ya de la cumbre del G20, que tendrá lugar el próximo viernes y sábado (28 y 29 de junio) en Osaka (Japón) y en la reunión que mantendrán el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.
Y es que, como es habitual, seguimos teniendo una de cal y otra de arena en cuanto a noticias que van apareciendo en relación a este asunto.
“Por el lado positivo, el ministro de comercio chino ha dicho que las conversaciones con EE.UU. están en marcha otra vez. Pero, por lado negativo, Trump ha dicho que todo el desarrollo 5G en su país se tiene que hacer con empresas no radicadas en China”, comenta José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets.
“Las posibilidades de acuerdo por el momento nos siguen pareciendo nulas, pero sí se espera que, al menos, se abra una nueva ronda formal de negociaciones. Esta va a ser la clave semanal”, añade este experto.
De la misma opinión son en Renta 4 (MC:RTA4), que tienen “dudas sobre los incentivos para un acuerdo definitivo. Sí que vemos probable que se reanuden las negociaciones, pero con la bolsa americana en máximos la presión sobre Trump para llegar a un acuerdo definitivo es limitada”.
La reunión entre ambos mandatarios lleva en un momento clave. “El principal problema es que si no se solucionan las tensiones, los aranceles sobre los últimos 300.000 millones de dólares de impuestos de las exportaciones chinas a Estados Unidos estarán muy cerca de la fecha de aplicación”, recuerdan en Renta Markets.
Un acuerdo ‘necesario’
Rifirrafes aparte, lo cierto es que, según explican en Link Securities, “esta aparente voluntad de ambas potencias por retomar las fallidas negociaciones comerciales, unida a la voluntad de intervenir para impulsar el crecimiento económico y la inflación, manifestada por los bancos centrales, concretamente por la Reserva Federal (Fed) y por el BCE, han logrado que se produzca un cambio radical en la confianza de los inversores, que han optado nuevamente por asumir mayores riesgos, incrementando sus posiciones en renta variable, y ello a pesar de que el escenario macroeconómico sigue generando grandes dudas como reflejan los mercados de bonos”.
Según estos analistas, “ambos gobiernos tienen la necesidad política y económica de llegar a un acuerdo, aunque éste diste mucho de recoger las principales demandas de uno y otro. Concretamente, Trump, si quiere optar a la reelección en 2020 no puede llegar a la campaña con una economía estancada o al borde de la recesión, escenario que podría propiciar un conflicto comercial con China a gran escala. Por su parte, el Gobierno chino no puede dejar que su economía siga desacelerándose, lo que le impediría alcanzar su objetivo de crecimiento para el año- es evidente que el conflicto comercial con EE.UU. ya está pasando factura al crecimiento de la economía china-“.