Por Adriana Barrera
CIUDAD DE MÉXICO, 19 mayo (Reuters) - Actores del sector azucarero mexicano llamaron el viernes al Gobierno a defender a los productores de caña de acuerdos que regulan el comercio de azúcar con Estados Unidos y tome medidas contra la fructosa de ese país, mientras se mantiene la amenaza de altos aranceles al edulcorante mexicano.
La empresa de azúcar líquida Sucroliq envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto en la que dice que los "acuerdos de suspensión", que México y Estados Unidos firmaron en 2014 y zanjaron una larga disputa sobre el comercio de azúcar, han dañado los ingresos de los productores de caña, que no tienen voz en las negociaciones en curso para modificar esos acuerdos.
"Estados Unidos hace bien en defender a sus agricultores, en México los sacrifican", dice la carta, firmada por el presidente de la empresa, Enrique Bojórquez. "Ellos son los que tienen que absorber el costo de esta negociación", añade.
En México, el precio al que se paga la caña a los productores está ligado al que se vende el azúcar en sus diferentes mercados. Los cañeros estiman en unos 6,000 millones de pesos (321 millones de dólares) por ciclo las pérdidas de ingresos tras los acuerdos.
Aseguran que debido a las limitaciones que enfrenta el azúcar mexicana en Estados Unidos en montos, calidades y precios debido a los "acuerdos de suspensión" que acabaron con el libre comercio que tenía desde 2008, el edulcorante mexicano tiene que ir a otros mercados que pagan un menor precio al del mercado de Norteamérica.
Además, la fructosa estadounidense, que no tiene ningún tipo de restricciones en México, se vende a un menor precio y ha desplazado parte del consumo de azúcar en el país.
"Llega la fructosa barata, obliga entonces a la producción nacional de azúcar a desplazarla a otros mercados", dijo a Reuters Carlos Blackaller, presidente de la unión de cañeros. "Los norteamericanos (estadounidenses) limitan la exportación (de azúcar) o la desplazan con fructosa", añadió.
VAN POR NUEVO ACUERDO
México y Estados Unidos se acercan al plazo final en las renegociaciones de los "acuerdos de suspensión", el 5 de junio, tras el cual el azúcar mexicana podría enfrentar altos aranceles que la sacarían de competencia en su principal mercado de exportación, en caso de no alcanzarse un arreglo.
"Todo el JMAF (jarabe de maíz de alta fructosa), hasta el poco que se produce en México, beneficia al campo estadounidense y perjudica al campo mexicano, convirtiéndose en una competencia desleal para nuestros campesinos", añade la carta de Sucroliq.
Los refinadores estadounidenses piden reducir la calidad del azúcar mexicana que entra a su país para asegurar que se canalice a las plantas refinadoras, así como bajar drásticamente la cantidad de azúcar refinada a un 15 por ciento del cupo, desde el actual 53 por ciento del total.
Las negociaciones lucen aún complicadas, aunque el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, confía en llegar a un acuerdo.
"Está bien que (se) llegue a un 'acuerdo de suspensión' pero ese 'acuerdo de suspensión' no debe ser una cobija más chiquita para México", dijo Blackaller, quien señaló no han recibido respuesta del Gobierno a una carta que ellos también mandaron en abril pidiendo freno a la fructosa.
(1 dólar = 18.7055 pesos mexicanos) (Reporte de Adriana Barrera. Editado por Ricardo Figueroa)