Investing.com.- La decisión del banco central chino de devaluar nuevamente al yuan el miércoles provocó que la divisa china cayera durante la sesión asiática hasta un mínimo de cuatro años, depreciándose por segundo día consecutivo por los temores a que pueda desatarse una guerra de divisas con el objetivo de mantener a las economías a flote.
Pese a la insistencia del regulador chino de que la decisión no provocará una depreciación constante, lo cierto es que la divisa ha perdido ya bastante terreno (un 3,5% en los últimos dos días en China) y, en consecuencia, está arrastrando a otras divisas como es el caso del peso. Ayer subió un 0,94% y a esta hora se deja un 0,45%.