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Por Alonso Soto
SAO PAULO, 17 feb (Reuters) - Standard & Poor's rebajó el miércoles la calificación crediticia de Brasil para dejarla aún más dentro de territorio especulativo, citando su fracaso para recortar el déficit fiscal, en un sorpresivo golpe a los esfuerzos de la presidenta Dilma Rousseff para sacar de la recesión a la economía.
S&P recortó la nota soberana de Brasil a "BB" desde "BB+", con un panorama negativo, apenas cinco meses después de quitarle al país el preciado grado de inversión. Fitch tomó la misma decisión en diciembre.
Standard & Poor's señaló la incapacidad del Gobierno de frenar el creciente déficit fiscal. La economía brasileña, la mayor de América Latina, se encamina a su peor recesión desde que comenzaron los registros en 1901, luego de contraerse un 4 por ciento el año pasado.
"Ahora esperamos un proceso de ajuste más prolongado, una corrección más lenta en la política fiscal así como otro año de profunda contracción económica", dijo S&P en un comunicado.
El déficit presupuestario de Brasil creció desde que Rousseff asumió el cargo en el 2011. Equivalió al 10,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), casi cinco veces el número en los 12 meses a mitad del 2011. En comparación, la brecha de Grecia en el peor momento de su crisis en 2009 alcanzó el 15,2 por ciento del PIB.
La nueva rebaja de la nota crediticia tomó por sorpresa a los funcionarios brasileños. "Considerábamos esta posibilidad, pero no pensábamos que se produjera tan rápido", aseguró un asesor presidencial que no estaba autorizado para hablar en público sobre el asunto.
Otro funcionario del Ministerio de Hacienda dijo que no se podía descartar otros recortes de la nota. En un comunicado oficial, el ministerio dijo que confiaba en que el recorte será revertido en cuanto empiecen a dar resultado las medidas para reequilibrar las cuentas públicas e impulsar el crecimiento.
Tanto el índice referencial bursátil brasileño Bovespa .BVSP como el real BRBY cedieron algunas de sus ganancias inmediatamente después de conocerse la decisión de S&P. La mayoría de los economistas espera que la actual recesión en Brasil sea la peor en más de un siglo.
El recorte podría ejercer más presión bajista sobre el real y llevar a inversores a salir de una economía que apenas cuatro años atrás crecía por encima del 4 por ciento, además de elevar los costos de endeudamiento público y de las corporaciones. El real perdió más del 30 por ciento de su valor el año pasado.
La decisión de S&P subraya los desafíos que enfrenta Rousseff, en medio de una creciente presión para que alivie las medidas de austeridad y estimular el crecimiento, así como para superar un vigente intento de juicio político en su contra.
Los mercados ahora esperan que la economía brasileña se contraiga más de un 3 por ciento este año y aumente el desempleo. Más de 1,5 millones de personas perdieron su trabajo el año pasado.
El Gobierno trabaja en leyes para reducir su meta fiscal para el 2016 por una caída en los ingresos. Las autoridades consideran un congelamiento del presupuesto de unos 24.000 millones de reales (6.020 millones de dólares), una cifra mucho menor a los 70.000 millones de reales del 2015, dijo a Reuters una persona del Gobierno familiarizada con el plan.
(1 dólar estadounidense = 3,9860 reales) (Reporte de Alonso Soto, Escrito y Reporte Adicional de Brad Haynes; editado en español por Manuel Farías)