7 jul (Reuters) - El presidente interino de Brasil, Michel Temer, es optimista de que el país puede realizar unos Juegos Olímpicos exitosos en Río de Janeiro, a pesar de afrontar una agitación financiera y de salud pública antes del torneo deportivo que se desarrollará entre el 5 y el 21 de agosto.
Brasil está pasando por una de sus peores recesiones desde la década de 1930, mientras que las preocupaciones por el virus de Zika, altas tasas de criminalidad, retrasos en infraestructura y agitación política han llevado a un creciente escepticismo sobre la viabilidad de los Juegos de Río.
Sin embargo, Temer desestimó las preocupaciones e insistió en que el país está listo para recibir a los 500.000 visitantes que se prevé que asistan al evento.
"Brasil está listo para recibir a todos los visitantes que disfrutarán del placer de ver competir a la élite internacional de atletas deportivos", comentó Temer en un comunicado.
"Y, con certeza, tendremos mucho que mostrar a los 5.000 millones de espectadores de todo el mundo que también estarán viendo los Juegos. Brasil los espera con los brazos abiertos", agregó.
Temer, que sucedió a la suspendida presidenta Dilma Rousseff en su calidad de vicepresidente, también dijo que Brasil aprovechará su experiencia de realizar otros eventos a gran escala en el pasado.
"Esta no será la primera oportunidad en que Brasil muestre al mundo su capacidad de organización y de recibir cálidamente a los visitantes en un ambiente seguro", sostuvo el presidente interino.
"Organizamos la Copa Mundial (de fútbol), los Juegos Panamericanos, los Juegos Militares Mundiales, el Día Mundial de la Juventud y la Copa Confederaciones (...) Todos éxitos unánimes. Y ahora, otro éxito viene en camino", añadió.