Investing.com - El dólar ha rondado máximos de dos semanas con respecto a las demás monedas principales este martes mientras los inversores siguen pendientes de quién será el próximo presidente de la Reserva Federal.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se situó en 93,77 a las 15:01 horas (CET).
El presidente Donald Trump comunicó a la prensa el lunes que está “a punto, a punto" de decidir quién debería dirigir la Reserva Federal después de entrevistar a cinco candidatos para el puesto.
La lista de candidatos incluye a la actual presidenta de la Fed, Janet Yellen, cuyo mandato concluye en febrero, así como al gobernador de la Fed, Jerome Powell, el economista de la Universidad de Stanford, John Taylor, el asesor económico de Trump, Gary Cohn, y el exgobernador de la Fed, Kevin Warsh.
El dólar subió frente al yen, avanzando el par USD/JPY un 0,39% hasta el nivel de 113,87, revolviendo a acercarse a los máximos de más de tres semanas registrados el lunes en 114,09.
El dólar se vio impulsado el lunes por las expectativas acerca de reformas fiscales de Estados Unidos, después de que el presidente Trump afirmara el domingo que es optimista en cuanto a que el Congreso aprobará un plan fiscal que podría estar firmado a finales de año.
El euro subió ligeramente, situándose finalmente el par EUR/USD en el nivel de 1,1760.
Según datos publicados este martes, la actividad del sector privado de la eurozona se ha ralentizado ligeramente en octubre, aunque ha seguido aumentando de forma estable.
La libra ha perdido posiciones, dejándose el par GBP/USD un 0,2% hasta el nivel de 1,3169, después de que el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Sir Jon Cunliffe, advirtiera de que, en vista del lento crecimiento de la economía británica, es una “cuestión no resuelta” si el banco subirá los costes de financiación en noviembre.
Por otra parte, el dólar neozelandés registró mínimos de cinco meses, dejándose el par NZD/USD un 0,76% hasta el nivel de 0,6913.
La divisa de Nueva Zelanda se ha debilitado durante las últimas jornadas ante los temores de que la ralentización de la inversión extranjera en el marco del próximo Gobierno de coalición podría perjudicar el crecimiento y provocar que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda mantenga los tipos de interés anclados en los actuales mínimos históricos más tiempo.