Por Nicolás Misculin
BUENOS AIRES, 15 mar (Reuters) - La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner busca aliados en el peronismo como parte de su planeado regreso político para enfrentar en los comicios de octubre al mandatario Mauricio Macri y sus reformas económicas neoliberales. Pero no está resultando fácil.
La líder política de centroizquierda todavía tiene un amplio respaldo popular, pero sigue siendo una figura divisiva dentro del movimiento peronista, la fuerza política dominante de Argentina desde la década de 1940.
En las últimas semanas, asesores de Fernández se han reunido con representantes de las facciones ideológicamente diversas que conforman el movimiento.
Las reuniones, que en última instancia podrían ser infructuosas, han sido con peronistas más moderados que podrían ayudar a Fernández a ampliar su base de apoyo.
La exmandataria recibió este año el respaldo de líderes regionales del peronismo, que intentan aprovechar la popularidad de Fernández para impulsar sus propias candidaturas locales.
Pero la respuesta de otros líderes del peronismo a nivel nacional fue mayormente de rechazo, según fuentes entrevistadas por Reuters, lo que plantea un interrogante sobre su capacidad para vencer a Macri, un exempresario de centroderecha.
"Más del 70 por ciento de la gente está enojada con el Gobierno. Si logramos juntar mayoritariamente a esa oposición, nos tiene que ir bien", señaló a Reuters el diputado José Luis Gioja, que preside el fragmentado peronismo.
Sin embargo, "conseguir la unanimidad es difícil", admitió el legislador, que ve con buenos ojos una candidatura de Fernández.
Muchos rivales dentro del peronismo se han distanciado de Fernández debido a disputas internas de poder y al estilo confrontativo que consideran tiene la actual senadora.
Fernández tiene la intención de participar en las elecciones, dijeron fuentes a Reuters en febrero, aunque aún no ha lanzado oficialmente su candidatura. las encuestas muestran paridad entre los dos, su regreso podría ser una buena noticia para Macri, ya que divide a la oposición en campos rivales.
Si se postula, el apoyo de Fernández a los generosos subsidios sociales y las políticas económicas proteccionistas se enfrentarán al intento de Macri de reducir el Estado, recortar subsidios y continuar con un acuerdo de financiamiento por 56.300 millones de dólares acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lidiar con la actual crisis económica.
Los inversores temen que Fernández, cuyas políticas generaron un crecimiento económico que se detuvo en la última parte de su doble gestión (2007-2015), deshaga algunas de las iniciativas de Macri que han atraído capitales a la tercera economía de América Latina.
TIRA Y AFLOJA
Representantes de Fernández, encabezados por el exjefe de Gabinete Alberto Fernández, sostuvieron conversaciones con miembros de las divisiones más moderadas del poderoso movimiento peronista, dijeron tres fuentes en el campamento de la expresidenta.
El diálogo, que se mantiene, incluye la negociación de candidaturas regionales, dijo una fuente del partido de la expresidenta, Unidad Ciudadana. Alberto Fernández no respondió a una solicitud de comentarios.
Varias facciones ya han desechado una alianza con Fernández, aunque una, la que encabeza el candidato presidencial Sergio Massa, no descartó algún tipo de acuerdo.
"Si ven que juntos pueden vencer a Macri, yo no descartaría una alianza con Cristina", dijo una fuente del equipo de Massa.
Fernández también ha hablado con Eduardo Duhalde, un expresidente que sigue manejando importantes hilos dentro del peronismo, después de años de enemistad política por el control del partido, dijeron dos fuentes. Los dos han conversado en diversas ocasiones para intentar unir fuerzas.
Duhalde trató de convencer a Fernández de que respalde a otro candidato peronista, el exministro de Economía Roberto Lavagna, quien se espera que anuncie su candidatura a la presidencia en los próximos meses.
Lavagna tiene un alto consenso entre políticos -no solo peronistas-, sindicalistas y algunos empresarios.
"Lo que propuso Duhalde fue que Cristina aportara el armado (político) para que Lavagna pudiera ser el candidato. Hoy yo lo veo difícil eso" debido a la baja intención de voto del exministro, señaló un portavoz de Fernández.
Un asesor muy cercano a Lavagna dijo que una alianza electoral con Fernández parecía muy poco probable. "Yo parto de la idea de que Cristina va a ser candidata, con lo cual se terminó la discusión", sostuvo.
LA COMPLICADA ELECCIÓN DE ARGENTINA
Fernández, esposa del difunto expresidente Néstor Kirchner, tiene una gran popularidad -especialmente entre los sectores más humildes de la población- que ningún otro candidato peronista puede alcanzar actualmente.
Pero la senadora enfrenta acusaciones judiciales por corrupción y hasta por traición a la patria en un caso por encubrimiento relacionado con un atentado terrorista en la década de 1990. Ella negó los cargos y actualmente tiene inmunidad parlamentaria.
Tanto ella como Macri tienen una intención de voto de alrededor de un tercio del electorado, aunque ambos tienen también una alta imagen negativa. Los analistas políticos dicen que si ella compitiera debería seducir a los votantes moderados para imponerse.
Bajo el sistema electoral de Argentina, si ningún candidato presidencial alcanza el 45 por ciento de los votos, o el 40 por ciento y una ventaja de 10 puntos, los dos postulantes más votados deben enfrentarse en una segunda vuelta.
"Cristina y Macri están iguales en imagen positiva y negativa. Cualquier otro candidato tiene muchas más posibilidades de ganar el balotaje, lo que pasa es que tiene muchas menos posibilidades de entrar al balotaje", explicó la analista Mariel Fornoni, de la consultora Management & Fit.
Algunas encuestas recientes mostraron por primera vez que Fernández podía derrotar a Macri en un balotaje. (Reporte de Nicolás Misculin)