Por Julio Sánchez Onofre
Investing.com - Aunque el precio del dólar no logró perforar el piso de los 17.00 pesos mexicanos, la divisa nacional se anotó su tercer mejor semestre desde que México adoptó, en 1994, el régimen de libre flotación, es decir, que el tipo de cambio se determina a través de las fuerzas de la oferta y la demanda sin intervención directa de las autoridades.
Al término de la sesión este viernes, el tipo de cambio se ubicó en 17.12 pesos por dólar, prácticamente sin cambios respecto al nivel de cierre previo. Sin embargo, con este precio de cierre, el peso mexicano concluyó la primera mitad del año con una apreciación semestral de 12.1%.
“Ante un menor riesgo de recesión en Estados Unidos se espera que el tipo de cambio se dirija hacia niveles cercanos a 16.90 pesos por dólar en el corto plazo”, señaló Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
Con esta ganancia acumulada en la primera mitad del año, el peso mexicano logró hilar tres semestres consecutivos de apreciación, algo que no ocurría desde el periodo comprendido entre el segundo semestre del 2018 hasta finales de 2019, previo a la pandemia por COVID-19, de acuerdo con los datos disponibles en Investing.com.
Otro aspecto a destacar es que, durante el primer semestre del año, el tipo de cambio llegó a tocar un mínimo interanual de 17.02 pesos por dólar el 16 de junio, un nivel que no se había observado desde el 2015.
Diversos factores han posicionado al peso mexicano como una divisa atractiva entre los inversionistas, incluyendo el diferencial de tasas de interés entre la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco de México (Banxico), que actualmente es de 600 puntos base.
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La llegada de capitales extranjeros a través de inversiones y las remesas a un nivel histórico, además del optimismo por la oportunidad de crecimiento en el nearshoring, la disciplina fiscal, la fortaleza macroeconómica y la solidez en las reservas internacionales también sostienen la fortaleza del llamado “súper peso”.
“La fortaleza que hemos visto en el tipo de cambio no tiene por qué ser interrumpida próximamente. Los siguientes meses podremos seguir viendo esa fortaleza sustentada en grandes entradas de flujos de capitales a México”, explicó hace unos días el director de los equipos de Deuda y Multifacéticos de BlackRock (NYSE:BLK) México, José Luis Ortega.
Sin embargo, la tendencia hacia una mayor apreciación podría ser interrumpida a finales del año si es que Banxico decide iniciar con los recortes a las tasas de interés y su homólogo estadounidense, la Fed, opta por continuar las alzas en las tasas para luchar contra la inflación. Aún así, los analistas esperan que la depreciación sea moderada.
Apreciación histórica
Desde que el peso mexicano opera bajo las fuerzas del libre mercado, solamente en dos ocasiones ha alcanzado ganancias semestrales por encima de las observadas en la primera mitad del 2023.
En el primer semestre del 2017, la moneda nacional logró apreciarse un 12.5% frente al dólar, con un tipo de cambio promediando en las 19.42 unidades durante el periodo.
Esta apreciación sólo ha sido superada en el segundo semestre del 2020, cuando el peso mexicano llegó a registrar una ganancia de 13.5% durante el periodo de julio a diciembre de aquel año.
Sin embargo, hay que recordar que, en este caso, se trata de una recuperación desde una de sus mayores caídas históricas, del 21.4% en el primer trimestre del 2020, producida por la parálisis económica observada durante la pandemia COVID-19.
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