(Corrige para aclarar en primer párrafo que no todos los fallecidos corresponden a protestas.)
Por Andreína Aponte y Andrew Cawthorne
CARACAS, 1 mayo (Reuters) - Miles de venezolanos marchaban el lunes, unos a favor y otros en contra del Gobierno socialista de Nicolás Maduro, en una jornada que marca un mes de protestas, en medio de las que han fallecido al menos 29 personas.
Celebrando el Día Internacional de los Trabajadores, los simpatizantes de Maduro se reunían en diferentes ciudades del país petrolero para agradecerle al mandatario, un ex líder sindical, por su lucha a favor de la clase obrera y por los aumentos salariales que buscan compensar la elevada inflación.
En la otra esquina, miles de opositores se apiñaban, en Caracas y otros puntos del país, para criticar el reciente incremento del sueldo mínimo por considerar que traerá más inflación y para protestar contra lo que consideran una "dictadura" que apresa a la disidencia y cercena las libertades. pueblo venezolano está en la calle para defender a nuestro Presidente de los golpistas violentos", dijo Aarón Pulido, un trabajador de aduanas de 26 años, en una concentración en Caracas, rodeado de miles vestidos de rojo.
En otra concentración chavista en la capital, otros bailaban mientras marchaban hacia el centro de la ciudad, escoltados por un enorme muñeco inflable del fallecido presidente Hugo Chávez, vestido con uniforme de campaña verde olivo y boina roja.
"SALARIO PÍRRICO"
En el este de Caracas, sin embargo, la algarabía oficialista contrastaba fuertemente con la desazón de miles de opositores que cumplían un mes en las calles para reclamar elecciones adelantadas, independencia de los poderes públicos, liberación de "presos políticos" y la apertura de un canal humanitario que atenúe la escasez de medicinas y alimentos. oposición ha dicho que seguirá en las calles porque la salida de Maduro es la única forma de revertir la grave crisis económica del país, que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo. Maduro, por su parte, acusa a sus adversarios de intentar un golpe de Estado en su contra.
"No estamos marchando, estamos protestando por ese sueldo pírrico que el Presidente decretó", dijo José Oguara, un obrero de construcción de 53 años en la ciudad de San Cristóbal, cerca de la frontera con Colombia.
"No alcanza ni para un almuerzo diario. Nosotros necesitamos 20 salarios mínimos. ¿Con qué vamos a mantener a la familia?", se preguntó en una concentración que terminó sin inconvenientes.
En algunas zonas de clase media de Caracas, las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a los manifestantes opositores lanzando gases lacrimógenos para impedir que marcharan hacia la sede de los poderes públicos, en el centro de Caracas.
El diputado opositor José Manuel Olivares fue herido en la cabeza supuestamente por una bomba lacrimógena, dijeron en redes sociales sus colegas, que publicaron fotos del político sangrando.
La oposición ha criticado lo que considera actuaciones "desmedidas" de la Policía y la Guardia Nacional en contra de los manifestantes pacíficos. El Gobierno, por su parte, sostiene que encapuchados han causado destrozos a oficinas y saqueado comercios amparados en la oscuridad de la noche. (Escrito por Diego Oré; Reporte adicional de Efraín Otero y Marco Bello en Caracas; Anggy Polanco en San Cristóbal y María Ramírez en Puerto Ordaz)