Por Laura Sánchez
Investing.com - Más de 600.000 turistas (de los cuáles unos 150.000 son británicos) se han quedado a la espera de ser repatriados, tras conocerse esta madrugada que el gigante turístico británico, Thomas Cook (LON:TCG), se ha declarado en quiebra tras no conseguir los 200 millones de libras de liquidez que pedía a sus acreedores, que se suman a los 1.700 millones de libras de deuda que ya arrastraba la firma.
La compañía ha informado de su bancarrota y del nombramiento de la firma Alix Partners como administradora del grupo durante el proceso de liquidación. Así, la empresa ha cancelado sus reservas y sus aviones han quedado ahorcados.
Se acaba así la actividad de un grupo fundado hace 178 años, como consecuencia del caótico proceso del Brexit y la consecuente depreciación de la libra.
La bancarrota de la compañía obligará a los reguladores de Reino Unido, Alemania y otros países a organizar la repatriación de todos los clientes de Thomas Cook que están en estos momentos en diferentes destinos turísticos, entre ellos las Islas Canarias.