RIO DE JANEIRO, 7 feb (Reuters) - Río de Janeiro, la segunda ciudad más grande de Brasil, se despertó con escenas de caos el jueves después de que fuertes vientos y lluvias azotaran barrios, derribaran árboles, inundaran calles y arrastraran autobuses en una tormenta que dejó al menos cinco muertos.
Algunos de los barrios más emblemáticos de Río, incluidos lugares turísticos como Ipanema y Copacabana, fueron golpeados por vientos de hasta 110 kilómetros por hora el miércoles por la noche. Las precarias favelas construidas en las laderas de los cerros fueron afectadas por aludes que también bloquearon caminos.
Al menos cinco personas murieron y una persona más podría haber perdido la vida porque viajaba en un autobús que fue golpeado por un alud, dijo a medios locales el alcalde de Río, Marcelo Crivella.
"Fue una gran cantidad de agua la que terminó causando esta tragedia", dijo Crivella, asegurando que la magnitud de la tempestad superó las previsiones que manejaban.
La tormenta tuvo lugar poco después de que Río registró su enero más caluroso en 97 años, con los termómetros marcando 42 grados centígrados algunos días.
El jueves por la mañana, los porteros de elegantes edificios limpiaban las calles y cuadrillas de barrenderos se desplegaban por toda la ciudad tratando de poner orden.
En Arpoador, la famosa playa en un extremo de Ipanema, un pequeño velero fue arrastrado a la orilla. La pareja que estaba en la embarcación logró escapar cuando llegó a tierra, informaron medios locales.
La noche del miércoles muchas personas se quedaron varadas en restaurantes y bares cuando azotó la tormenta, observando con miedo e incredulidad los vientos que soplaban. Imágenes de televisión mostraron a un hombre siendo arrastrado por un torrente de agua que brotaba de la favela Rocinha y a vehículos impulsados por las corrientes.
Crivella informó que Río aún no está fuera de peligro, ya que hay más previsiones de lluvias para el jueves. (Reporte de Gabriel Stargardter y Pedro Fonseca. Editado en español por Natalia Ramos)