El consejero delegado de Volkswagen AG, Oliver Blume, se ha comprometido a continuar con los esfuerzos de reducción de costes. Durante la conmemoración de los 40 años de Volkswagen en China, que tuvo lugar el martes en la Universidad Tongji de Shanghai, Blume subrayó el compromiso de la compañía con su estrategia "en China, para China", centrada en el avance tecnológico local y la rentabilidad.
Blume reconoció las dificultades a las que se ha enfrentado el grupo Volkswagen este año y esbozó la intención de la empresa de introducir más de 30 nuevos modelos de aquí a 2030. El objetivo es revitalizar el atractivo de la marca mediante una sólida gama de productos.
La estrategia del fabricante alemán es una respuesta al mercado automovilístico chino, altamente competitivo, y al rápido cambio hacia los vehículos eléctricos, que ha dejado a algunos fabricantes extranjeros, como Volkswagen y General Motors Co, luchando por mantener el ritmo.
Los retos de Volkswagen en China se ven agravados por el éxito de fabricantes de automóviles nacionales como BYD Co, que ha contribuido al final de un período marcado por fuertes ventas y rentabilidad para los fabricantes internacionales de automóviles heredados.
Además, la ralentización de la demanda está llevando a Volkswagen a contemplar el cierre sin precedentes de fábricas en Alemania, su mercado de origen.
Para superar estos retos, Volkswagen está aprovechando su filial, VW China Technology Co., situada en la provincia de Anhui, para crear una nueva plataforma automovilística específica para el mercado chino.
Se espera que esta plataforma reduzca los costes en un 40%. Además, la empresa pretende acelerar el tiempo de comercialización de nuevos productos en un 30% a partir de 2026, mejorando su capacidad para responder rápidamente a las demandas y tendencias del mercado en China.
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