por Mercedes del Signo del Rio
(Reescribe con datos y citas adicionales a lo largo de la historia)
Infosel, mayo. 31.- La amenaza del gobierno de Estados Unidos de poner aranceles a todas las importaciones originarias de México, para obligar a ese país a redoblar sus esfuerzos para frenar la migración ilegal de personas, tomó a todo el mundo por sorpresa y, sobre todo, revivió los peores temores de quienes creen que la economía mexicana podría sufrir por una medida de esta naturaleza.
El presidente Donald J. Trump, como ya lo había hecho en el pasado, decidió lanzarse contra el gobierno mexicano porque los considera cómplices de una supuesta crisis de seguridad en el sur de la frontera por la llegada de miles de indocumentados, así como por el tráfico de millones de dólares en drogas.
El tono beligerante de la Casa Blanca llegó en un momento inoportuno, apenas unas horas después que los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México celebraban el inicio del proceso de ratificación del nuevo pacto comercial trilateral, o T-MEC, ante sus respectivos congresos.
Sin embargo, el gobierno de México, a pesar de estas amenazas, optó por no suspender ese proceso --que está en manos del Senado-- y ofreció a Estados Unidos ampliar el diálogo para resolver la crisis humanitaria que viven miles de centroamericanos, que migran para salir de la pobreza y de la violencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta a la Casa Blanca y, más tarde, en conferencia de prensa, agregó que no está a favor de la confrontación y hará esfuerzos diplomáticos para evitar la imposición de aranceles en el mercado estadounidense.
"Quisiera insistir en que no vamos a caer en ninguna provocación, que vamos a actuar con prudencia, con respeto a las autoridades de Estados Unidos, con respeto al presidente Donald Trump", dijo el mandatario, en conferencia de prensa matutina. "Esto no detiene el proceso que ya se inició para ratificar" el T-MEC.
El encargo de este esfuerzo de negociación será Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores, quien a partir de hoy viajará a la ciudad de Washington, D. C., para tratar de entablar un diálogo con la administración Trump.
La misión de la delegación mexicana, sin embargo, no será sencilla y deberá enfrentar no solo la posición del presidente sobre el tema migratorio sino la de algunos integrantes de su gabinete, que coinciden en culpar a México de la llegada de ilegales centroamericanos.
"Si lo miras desde el punto de vista de un inversionista y desde el punto de vista corporativo, lo que tenemos en México es la exportación, una de sus mayores exportaciones de extranjeros ilegales, que es una empresa de criminales", dijo Peter Navarro, el asesor en materia comercial del presidente Trump, de acuerdo con la cadena de noticias CNBC.
López Obrador dijo que esperará el informe que le dé el canciller Ebrard Casaubón a su regreso, para tomar una decisión final de cómo responder a las acciones dictadas por Trump, aunque desde su misiva adelantó que no es partidario de escalar el conflicto.
"No vamos a contestar de manera desesperada, vamos a esperar un tiempo, la evolución de esta situación, como lo digo en la carta, no consideramos que deba aplicarse la ley del Talión, no es diente por diente, ojo por ojo", agregó el mandatario ante reporteros en Palacio Nacional. "Tenemos que buscar el diálogo, la política, entre otras cosas, también lo digo en la carta; [la política] se creó, surgió, se inventó para evitar la confrontación y para evitar la guerra".
No son pocos quienes han señalado que una medida como la que Trump quiere aplicar contra México, a partir del 10 de junio, pueden resultar contraproducentes para la propia economía estadounidense.
México fue el principal socio comercial del gobierno de Trump durante el primer bimestre del año, por los conflictos que Estados Unidos mantiene en materia comercial con otras naciones como Canadá o China. De ahí que un potencial incremento a los precios de los productos mexicanos que compra podría ser más bien pagado por los propios consumidores estadounidenses.
Además, muchas industrias que se instalaron en México están fuertemente integradas con empresas estadounidenses, por lo que una reducción en el flujo de comercio podría representar afectaciones para casi 4.5 millones de empleos que dependen del comercio bilateral, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
"Imponer aranceles a los bienes de México es exactamente el movimiento equivocado", escribió Neil Bradley, el vicepresidente ejecutivo y director de políticas de American Chamber of Commerce, una organización que representa los intereses de más de tres millones de negocios de todos los tamaños en Estados Unidos, en un artículo publicado a raíz de las amenazas de Trump. "Estas tarifas serán pagadas por las familias y empresas estadounidenses sin que se resuelva realmente el problema en la frontera".
La respuesta del presidente López Obrador a las provocaciones de Washington fueron bien vistas por varios, al mismo tiempo hay quienes creen que México deberá responder de manera más enérgica ante los embates estadounidenses.
"México tiene que fijarle líneas rojas a Trump; no caer en el garlito de "apaciguarlo"; aplicar de nuevo el carrusel de represalias a toda una gama de productos de EU", escribió Arturo Sarukhan, el exembajador de México en Estados Unidos, en su cuenta personal de Twitter. "Dejar que los aranceles de Trump le pasen factura a las empresas y consumidores de EU, desde aguacates hasta autos".
Pese a las amenazas, López Obrador dijo que la política migratoria que implementa que su gobierno en la frontera sur se mantendrá porque ha dado buenos resultados, por lo que su gobierno ha cumplido con ayudar a que no ingresen los centroamericanos de manera ilegal, siempre respetando sus derechos humanos.
De ahí que el mandatario recordó que desde el inicio de su administración le propuso al gobierno de Trump cooperar para incentivar el desarrollo en los países centroamericanos con inversiones, como medida para frenar el flujo migratorio.
"Le digo a todos los mexicanos que tengan confianza, que vamos a superar esta actitud del gobierno de Estados Unidos", dijo el mandatario mexicano en su conferencia de hoy. "Van ellos a rectificar porque el pueblo de México no merece un trato como el que se quiere aplicar".