por Fernanda Celis
Infosel, abril. 30.- Una de las primeras decisiones que tomaron las personas conforme se acercaban las medidas de confinamiento dictadas por las autoridades, con la intención de no elevar exponencialmente el número de contagios del covid-19, fue pensar qué hacer para entretenerse.
Para muchos, la necesidad de permanecer en sus hogares los impulsó a buscar entretenimiento más allá de las diferentes pantallas que se tienen en todas las casas y por eso decidieron experimentar otro tipo de actividades, entre ellas juegos de mesa, rompecabezas y otros juguetes.
"Dentro de todas las cuestiones por esta situación [de confinamiento], una de las partes buenas es que el juguete es un promotor de la unión familiar, del desarrollo de las habilidades de los niños y también una fuente de entretenimiento y convivencia, eso hace que durante esta temporada con el coronavirus, las familias están más cercanas y buscan cómo compartir este tiempo", dijo en entrevista Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju).
Gracias a ello, la industria juguetera y de juegos de mesa vivió una inesperada bonanza a finales de marzo.
El confinamiento se fue estrechando de manera gradual de tal forma que los establecimientos dedicados a la venta de este tipo de productos tuvieron que cerrar al no ser considerada una actividad económica esencial, lo que no necesariamente implicó que decayera la demanda.
Esta situación animó a muchos comerciantes que contaban con tiendas físicas a explorar otros canales de venta, como las plataformas digitales o vía telefónica, algo muy similar a lo que tuvieron que recurrir un sinfín de industrias que al parecer no tuvieron la misma suerte que la juguetera de tener una sólida demanda omnicanal.
A diferencia de giros de negocio que han disminuido más del 80% de sus ventas con todo y que también pueden colocar sus productos en internet, Amiju reveló que las ventas de juguetes por este canal aumentaron 93% entre marzo y la primera semana de abril, en comparación con el mismo periodo de 2019. Claro que sus ventas en tiendas físicas también se desplomaron por el cierre de centros comerciales y las estrictas medidas de compra en supermercados.
De acuerdo con datos de Mercado Libre, el gigante latinoamericano del comercio electrónico, en marzo, con las medidas de confinamiento, los usuarios dejaron de comprar categorías como electrónicos y moda, y comenzaron a demandar otros para trabajar desde casa, hacer ejercicio y divertirse.
Solo la categoría de juegos de mesa incrementó sus ventas en 330% en la plataforma de e-commerce en el país durante el último mes, en comparación con el mismo periodo del año anterior, donde No te enojes, el juego de cartas Uno y Maratón 30 fueron los más demandados, seguido por los bloques Jenga, Sequence Jax, Catan Devir, Monopolio, Maratón junior, Uno Harry Potter y Turista Mundial; mientras los rompecabezas crecieron 600% en igual periodo.
A su vez, la celebración del Día del Niño, este 30 de abril --la segunda temporada en la que más juguetes se compran, solo superada por diciembre, de acuerdo con datos de la consultora Nielsen--, ha contribuido a mayores ventas de esta categoría en las plataformas de comercio electrónico.
"Los rompecabezas didácticos, ideales para niños pequeños, lideran las tendencias en las últimas semanas no solo por la necesidad de mayor aprendizaje en casa, sino por la cercanía del Día del Niño", destacó Mercado Libre en un comunicado. "La venta de tipis y carpas también se han multiplicado desde inicios de marzo, mientras que el calor ha motivado a muchos padres a comprar albercas con túneles para que los pequeños de la casa se diviertan".
Los juegos de mesa, arenas mágicas, plastilinas Play-Doh, piezas de Lego y otros para construir son de los productos favoritos y con mayor demanda, añadió el presidente de la Amiju, el representante de una industria que da empleo directo e indirecto a más de 27 mil personas en México.
Las malas noticias: pérdidas de 400 mdd
Sin embargo, al no ser considerada una industria necesaria en medio de la contingencia sanitaria, los jugueteros y quienes abastecen de materiales como cartón, colorantes, componentes electrónicos y otros, han tenido que frenar sus operaciones, tras el decreto gubernamental que prohíbe a los sectores económicos no esenciales realizar sus actividades--al menos hasta el 30 de mayo --para evitar la propagación de la enfermedad.
El cálculo de Amiju es que dicho paro productivo provocó un impacto calculado de 400 millones de dólares solo en marzo e inicios de abril de este año, ya que la industria juguetera mexicana también exporta sus productos.
Aunque el decreto de emergencia sanitaria se realizó el 30 de marzo, algunos participantes de la industria del juguete dejaron de operar días antes para evitar exponer al personal de grupos vulnerables --como mujeres embarazadas, adultos mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas, entre otros--por lo que algunos trabajadores dejaron de asistir a sus actividades.
Martín dijo que si bien marzo fue un buen mes, solo "representó una venta de aproximadamente 3% del año, si logramos un 6% está muy bien, pero nos falta el 94% del resto de 2020 y cómo vamos a producir para lo que falta del año".
Entre las dificultades a las que se enfrentan los jugueteros están que no hay forma de reponer la producción que no han podido realizar tras el decreto de emergencia, en caso de que exista una fuerte demanda en el año; además, parte de los complementos o materias primas que utiliza la industria mexicana provienen de China, donde se originó el brote de coronavirus covid-19.
"Si esta temporada se extiende más allá de mayo, será un efecto durísimo para la industria, aunque ya lo es sobre todo para las pequeñas y medianas empresas, que tenían entre 10 y 50 empleados, y que están sufriendo porque tienen poco dinero y tal vez pueden aguantar un mes o un mes y medio, pero se les acaba el dinero", agregó Miguel Ángel Martín.
A pesar del sombrío panorama al que se enfrentan los jugueteros --con todo y la fuerte demanda por las medidas de confinamiento-- Amiju espera que las capacidades técnicas y el personal preparado ayuden a "darle la vuelta" a la difícil situación en materia de producción y manufactura.
Infosel, abril. 30.- Una de las primeras decisiones que tomaron las personas conforme se acercaban las medidas de confinamiento dictadas por las autoridades, con la intención de no elevar exponencialmente el número de contagios del covid-19, fue pensar qué hacer para entretenerse.
Para muchos, la necesidad de permanecer en sus hogares los impulsó a buscar entretenimiento más allá de las diferentes pantallas que se tienen en todas las casas y por eso decidieron experimentar otro tipo de actividades, entre ellas juegos de mesa, rompecabezas y otros juguetes.
"Dentro de todas las cuestiones por esta situación [de confinamiento], una de las partes buenas es que el juguete es un promotor de la unión familiar, del desarrollo de las habilidades de los niños y también una fuente de entretenimiento y convivencia, eso hace que durante esta temporada con el coronavirus, las familias están más cercanas y buscan cómo compartir este tiempo", dijo en entrevista Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju).
Gracias a ello, la industria juguetera y de juegos de mesa vivió una inesperada bonanza a finales de marzo.
El confinamiento se fue estrechando de manera gradual de tal forma que los establecimientos dedicados a la venta de este tipo de productos tuvieron que cerrar al no ser considerada una actividad económica esencial, lo que no necesariamente implicó que decayera la demanda.
Esta situación animó a muchos comerciantes que contaban con tiendas físicas a explorar otros canales de venta, como las plataformas digitales o vía telefónica, algo muy similar a lo que tuvieron que recurrir un sinfín de industrias que al parecer no tuvieron la misma suerte que la juguetera de tener una sólida demanda omnicanal.
A diferencia de giros de negocio que han disminuido más del 80% de sus ventas con todo y que también pueden colocar sus productos en internet, Amiju reveló que las ventas de juguetes por este canal aumentaron 93% entre marzo y la primera semana de abril, en comparación con el mismo periodo de 2019. Claro que sus ventas en tiendas físicas también se desplomaron por el cierre de centros comerciales y las estrictas medidas de compra en supermercados.
De acuerdo con datos de Mercado Libre, el gigante latinoamericano del comercio electrónico, en marzo, con las medidas de confinamiento, los usuarios dejaron de comprar categorías como electrónicos y moda, y comenzaron a demandar otros para trabajar desde casa, hacer ejercicio y divertirse.
Solo la categoría de juegos de mesa incrementó sus ventas en 330% en la plataforma de e-commerce en el país durante el último mes, en comparación con el mismo periodo del año anterior, donde No te enojes, el juego de cartas Uno y Maratón 30 fueron los más demandados, seguido por los bloques Jenga, Sequence Jax, Catan Devir, Monopolio, Maratón junior, Uno Harry Potter y Turista Mundial; mientras los rompecabezas crecieron 600% en igual periodo.
A su vez, la celebración del Día del Niño, este 30 de abril --la segunda temporada en la que más juguetes se compran, solo superada por diciembre, de acuerdo con datos de la consultora Nielsen--, ha contribuido a mayores ventas de esta categoría en las plataformas de comercio electrónico.
"Los rompecabezas didácticos, ideales para niños pequeños, lideran las tendencias en las últimas semanas no solo por la necesidad de mayor aprendizaje en casa, sino por la cercanía del Día del Niño", destacó Mercado Libre en un comunicado. "La venta de tipis y carpas también se han multiplicado desde inicios de marzo, mientras que el calor ha motivado a muchos padres a comprar albercas con túneles para que los pequeños de la casa se diviertan".
Los juegos de mesa, arenas mágicas, plastilinas Play-Doh, piezas de Lego y otros para construir son de los productos favoritos y con mayor demanda, añadió el presidente de la Amiju, el representante de una industria que da empleo directo e indirecto a más de 27 mil personas en México.
Las malas noticias: pérdidas de 400 mdd
Sin embargo, al no ser considerada una industria necesaria en medio de la contingencia sanitaria, los jugueteros y quienes abastecen de materiales como cartón, colorantes, componentes electrónicos y otros, han tenido que frenar sus operaciones, tras el decreto gubernamental que prohíbe a los sectores económicos no esenciales realizar sus actividades--al menos hasta el 30 de mayo --para evitar la propagación de la enfermedad.
El cálculo de Amiju es que dicho paro productivo provocó un impacto calculado de 400 millones de dólares solo en marzo e inicios de abril de este año, ya que la industria juguetera mexicana también exporta sus productos.
Aunque el decreto de emergencia sanitaria se realizó el 30 de marzo, algunos participantes de la industria del juguete dejaron de operar días antes para evitar exponer al personal de grupos vulnerables --como mujeres embarazadas, adultos mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas, entre otros--por lo que algunos trabajadores dejaron de asistir a sus actividades.
Martín dijo que si bien marzo fue un buen mes, solo "representó una venta de aproximadamente 3% del año, si logramos un 6% está muy bien, pero nos falta el 94% del resto de 2020 y cómo vamos a producir para lo que falta del año".
Entre las dificultades a las que se enfrentan los jugueteros están que no hay forma de reponer la producción que no han podido realizar tras el decreto de emergencia, en caso de que exista una fuerte demanda en el año; además, parte de los complementos o materias primas que utiliza la industria mexicana provienen de China, donde se originó el brote de coronavirus covid-19.
"Si esta temporada se extiende más allá de mayo, será un efecto durísimo para la industria, aunque ya lo es sobre todo para las pequeñas y medianas empresas, que tenían entre 10 y 50 empleados, y que están sufriendo porque tienen poco dinero y tal vez pueden aguantar un mes o un mes y medio, pero se les acaba el dinero", agregó Miguel Ángel Martín.
A pesar del sombrío panorama al que se enfrentan los jugueteros --con todo y la fuerte demanda por las medidas de confinamiento-- Amiju espera que las capacidades técnicas y el personal preparado ayuden a "darle la vuelta" a la difícil situación en materia de producción y manufactura.