Por Senad Karaahmetovic
Los analistas de Bank of America (NYSE:BAC) ven riesgos "equilibrados" para las acciones, ya que el S&P 500 cotiza cerca de su objetivo de precio de 4,000 a finales de año.
Por otro lado, el efectivo es una "alternativa atractiva" a las acciones, ya que ofrece una rentabilidad del ~5%.
"Si la estabilidad financiera empeora en lugar de mejorar, el telón de fondo de una Reserva Federal más flexible y un crédito más restrictivo no ha sido bueno para el S&P 500. Pero el sentimiento basado en nuestro análisis del lado vendedor de la curva de rendimientos no es tan bueno. Pero el sentimiento basado en nuestro Indicador del Lado Vendedor (SSI), sugiere que esta y otras razones para preocuparse por las acciones están bien aireadas, y abogan por una sorpresa positiva - especialmente frente a la complacencia alcista del año pasado", señalan los analistas en una nota a clientes.
Destacan que el indicador de BofA -precio a beneficios normalizados del S&P 500- indicaba rentabilidades del capital superiores al 5% anual durante la próxima década para el S&P 500.
"Añada ~2ppt de rentabilidad por dividendo y esto rivaliza con las perspectivas de la mayoría de otras clases de activos", añaden los analistas.
En cuanto al atractivo de los bonos del Tesoro, recuerdan a los inversionistas que las acciones han superado históricamente a los bonos.
"Los riesgos de los bonos de larga duración son elevados: estamos saliendo de un mínimo histórico de tipos, con rendimientos aún por debajo de la inflación. Los dos mayores compradores de bonos del Tesoro a 10 años (la Reserva Federal y China) ya no lo son. Y la confianza en los bonos es eufórica, con Wall Street recomendando la mayor asignación a bonos en 10 años", añaden los analistas.
Otra razón para tener acciones en lugar de bonos es que las empresas pueden acortar la duración devolviendo efectivo. Además, es probable que los dividendos aumenten a partir de ahora.
"Desde 1936, los dividendos han aportado el 37% de la rentabilidad total, pero