Se espera que la estrategia de política monetaria de la Reserva Federal siga siendo la misma independientemente de quién gane las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. o qué partido político controle el Congreso, según los economistas de Citi en un informe publicado el jueves. Dieron varias razones para esta opinión.
Los economistas señalaron que el expresidente Trump ha anunciado su intención de mantener a Jerome Powell en el cargo de presidente de la Reserva Federal hasta que termine su mandato a principios de 2026. Además, es probable que los funcionarios de la Reserva Federal tomen decisiones basadas en indicadores económicos y no en posibles cambios de política.
"Esto significa que cualquier ajuste en los planes de la Reserva Federal se basaría en datos económicos reales", afirmaron.
Además, cualquier nueva política fiscal introducida por un Congreso liderado por el Partido Republicano no entraría en vigor hasta 2026, y cualquier alteración importante requeriría probablemente largos debates.
"Si se prorrogan las actuales reducciones fiscales para las personas físicas, esto sólo afectaría al presupuesto del Gobierno a partir de 2026, influyendo en los impuestos que pagan los particulares en abril de 2027", mencionó el equipo de Citi.
Aunque la incertidumbre política ha aumentado, los mercados financieros han mostrado una respuesta limitada, según los economistas. Aunque los tipos de interés han subido en ocasiones por la creencia de que un gobierno liderado por los republicanos podría causar una mayor inflación y mayores déficits públicos, estos cambios han sido pequeños y no se han reflejado en otros mercados financieros.
Las mínimas fluctuaciones del mercado debidas a las elecciones pueden deberse a que se espera que los problemas de larga data que contribuyen a una inflación creciente y más errática y a mayores déficits eclipsen cualquier diferencia política a corto plazo.
"En resumen, la opinión ampliamente aceptada ha exagerado tanto la certeza como la magnitud de las repercusiones económicas de los distintos resultados electorales", observó Citi. "Esto podría explicar en parte por qué el malestar en la política no está provocando malestar en los mercados financieros".
Los economistas también analizaron posibles cambios en la política fiscal, mencionando que no se espera que los nuevos aranceles comerciales aplicados por una administración republicana causen una presión inflacionista significativa. Estimaron que un arancel propuesto del 10% sobre los bienes procedentes de todos los países, excepto México y Canadá, podría generar unos 2,2 billones de dólares en diez años, suponiendo que los volúmenes comerciales se mantengan iguales. Estos ingresos podrían ayudar a compensar la pérdida de ingresos derivada de la ampliación de los recortes fiscales a los particulares.
Aunque se discute la posibilidad de imponer aranceles elevados a determinados países o productos, como aranceles del 60% a bienes procedentes de China o del 100-200% a coches alemanes, tanto Trump como su exasesor comercial Robert Lighthizer han aclarado que estas propuestas pretenden ser herramientas de negociación para fomentar la reducción de los desequilibrios comerciales, señalaron los economistas.
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