por Michelle del Campo
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Infosel, octubre. 16.- General Motors (NYSE:GM), la mayor automotriz estadounidense, llegó a un acuerdo laboral tentativo con el sindicato United Automobile Workers (UAW), tras un mes de huelga en sus centros de producción en Estados Unidos, que ha trastocado incluso sus operaciones de manufactura en México y Canadá.
A pesar del acuerdo, la huelga continuará hasta que un consejo de líderes sindicales de las 33 plantas de General Motors a lo largo de Estados Unidos lo someta a votación en una reunión que tendrá lugar mañana, dijo UAW, en un comunicado.
"La prioridad número uno del equipo de negociación nacional ha sido asegurar un contrato sólido y justo que nuestros miembros se merezcan", dijo Terry Dittes, director del departamento de GM en UAW, en el comunicado. "Por respeto a nuestros miembros, nos abstendremos de comentar los detalles hasta que los líderes GM UAW se reúnan y reciban todos los detalles".
La noticia del acuerdo tentativo fue confirmada por General Motors.
"Podemos confirmar la declaración del sindicato de la UAW con respecto a un potencial acuerdo. Conforme al sindicato, el Consejo Nacional de GM de la UAW se reunirá en privado el 17 de octubre de 2019 para revisar los detalles, donde votarán si recomendarán el acuerdo a todos los miembros de UAW y GM para su ratificación." dijo por su parte GM, en un posicionamiento.
El consejo, sobre el cual pesa la decisión, es el mismo que el 15 de septiembre votó a favor de la huelga --que se activó un día después-- debido a que, luego de tres meses de negociaciones infructuosas, concluyó la vigencia del contrato colectivo de trabajo establecido en 2015.
Las demandas de los trabajadores para el nuevo contrato consideran salarios "justos", cuidado a la salud, participación en ganancias, seguridad de empleo, así como la reactivación de algunos de los centros de trabajo, como los de Lordstown, Ohio, y una planta de ensamblaje en Detroit, que la compañía anunció en noviembre cerraría como parte de un proceso de reestructura.
La huelga en las plantas de General Motors en Estados Unidos orilló a paros técnicos en otras instalaciones de la automotriz en Canadá -- en Oshawa y St. Catharines-- y México, debido a la interdependencia de insumos de producción.
En específico en el país, la compañía activó el 1 de octubre un paro en su planta de Silao, donde produce las camionetas pickups, modelos Cheyenne, Silverado y GMC Sierra; así como motores y transmisiones.
Una semana después, el 7 de octubre, General Motors suspendió las operaciones de sus plantas dedicados a la fabricación de motores GEN y transmisiones CVT en Ramos Arizpe, en el estado de Coahuila.
No es claro el tiempo que tardarán en reanudarse las operaciones de manufactura en el país, en caso de que el Consejo Nacional de GM de la UAW vote a favor del acuerdo.
Infosel consultó a General Motors México al respecto pero señaló que el posicionamiento dado a conocer era toda la información que se tenía disponible hasta el momento.
El fin de la huelga también sería una buena noticia para proveedores de autopartes, como las mexicanas Nemak y Rassini, ya que tienen una alta exposición a GM como cliente, lo que ha generado preocupación en la calificadora Moody's (NYSE:MCO) Investors Service, que consideró que de continuar por mucho más tiempo la huelga, podría dañar modestamente los resultados operativos de estas empresas.
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