por Michelle del Campo
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Infosel, noviembre. 20.- General Motors (NYSE:GM), la principal automotriz de Estados Unidos, interpuso una demanda contra su competidor, Fiat Chrysler Automobiles (MI:FCHA), luego que anteriores funcionarios de FCA, como es mejor conocida la automotriz ítalo-estadounidense, aceptaran en una investigación federal haber realizado pagos irregulares en medio de procesos de negociación laborales.
La demanda, fundamentada bajo la Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas (RICO, por sus siglas en inglés) señala que FCA presuntamente entregó sobornos a líderes sindicales para socavar los procesos de negociación colectiva, lo que habría causado daños "sustanciales" a General Motors, ya que le generó costos laborales injustos y ventajas operativas a FCA, dijo la automotriz, con sede en Detroit, en un comunicado.
"Esta demanda tiene la intención de responsabilizar a FCA por el daño que sus acciones han causado a nuestra compañía y garantizar un campo de juego nivelado en el futuro", dijo Craig Glidden, vicepresidente ejecutivo y asesor general de General Motors, en el comunicado.
De acuerdo con GM, una investigación encabezada por la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en el Distrito Este de Michigan identificó que FCA habría caído en corrupción para obtener beneficios, concesiones y ventajas en la negociación en la implementación y administración de acuerdos laborales entre 2009 y 2015, bajo la batuta de Alphons Iacobelli, quien encabezó los asuntos laborales de FCA.
Iacobelli, quien está en prisión por el uso irregular de recursos del centro de entrenamiento de UAW y Chrysler durante sus funciones en FCA, también fue funcionario de GM entre 2016 y 2017, pero fue suspendido tras ser imputado.
Los otros ex ejecutivos de FCA vinculados por GM con el esquema irregular son el finado director general de FCA, Sergio Marchionne, Jerome Durden, quien era el contralor del centro de entrenamiento, y Michael Brown, el administrador del centro, quienes aparecen como demandados.
En respuesta al anuncio de la demanda, FCA emitió un posicionamiento en el que manifestó estar asombrada por la demanda, principalmente por su contenido y momento, debido a que buscaría desestabilizar su proceso de fusión con la automotriz francesa Groupe PSA (AS:RDSa) y la negociación que mantiene actualmente con United Automobile Workers (UAW) del contrato colectivo para los próximos cuatro años.
"Tenemos la intención de defendernos vigorosamente contra esta demanda sin mérito y buscar todos los recursos legales en respuesta a ella", dijo FCA en la declaración.
UAW, por su parte, señaló sentirse confiado de que los acuerdos laborales alcanzados con FCA bajo la gestión de Iacobelli no fueron afectados por la mala conducta del ejecutivo, pero agregó estar dispuesta a efectuar los cambios que sean necesarios para que los supuestos malos manejos que han salido a la luz, no vuelvan a suceder.
"Esos contratos, que finalmente fueron ratificados por nuestra membresía, se negociaron con la participación de representantes locales e internacionales y el proceso tuvo múltiples capas de controles y equilibrios para garantizar su integridad", agregó UAW en un posicionamiento. "Dicho esto, el hecho de que estos problemas puedan causar dudas sobre los contratos es lamentable".
General Motors recientemente renovó su contrato colectivo de trabajo con UAW tras varios meses de negociación y una huelga que detuvo un mes sus operaciones de manufactura en Estados Unidos, generando afectaciones en algunos centros de producción en México y Canadá.