Los trabajadores de la planta de Volkswagen (ETR:VOWG_p) en Osnabrueck (Alemania) han iniciado hoy una nueva huelga de advertencia, en medio de la preocupación por el posible cierre de las instalaciones como parte de los esfuerzos de reestructuración del fabricante de automóviles. Se trata de la segunda huelga en las últimas semanas, lo que indica una escalada de las tensiones en torno a las medidas de recorte de costes de Volkswagen, que podrían llevar a los primeros cierres de fábricas en Alemania por parte de la empresa.
Las huelgas responden a una protesta regional más amplia por conflictos salariales, con el sindicato IG Metall a la cabeza. Los empleados de la planta de Osnabrueck, que emplea actualmente a unas 2.300 personas, iniciaron esta mañana su marcha hacia la sede local de IG Metall y se espera que se reúnan con trabajadores de otras empresas de la zona.
IG Metall reclama un aumento salarial del 7%, que contrasta con el 3,6% en 27 meses propuesto por las asociaciones patronales, que han tachado de irrealistas las demandas del sindicato.
La fábrica de Osnabrueck es responsable de la producción de los modelos Cayman y Boxster de Porsche (ETR:P911_p), así como del T-Roc Cabriolet de Volkswagen. Sin embargo, Porsche ha decidido fabricar las próximas generaciones del Cayman y el Boxster en su planta de Stuttgart-Zuffenhausen. Además, Volkswagen ha anunciado que dejará de fabricar el T-Roc Cabriolet el año que viene, lo que podría suponer un importante déficit de producción para la planta de Osnabrueck.
Además, Daniela Cavallo, responsable del comité de empresa de Volkswagen, reveló la semana pasada que la dirección de Porsche tiene la intención de poner fin a su relación comercial con la planta de Osnabrueck. Este hecho contribuye aún más a la incertidumbre que rodea el futuro de la planta y de su plantilla.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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