Ciudad de México, 6 nov (.).- La producción de automóviles en plantas mexicanas subió un 5,54 % interanual en los primeros ocho meses de 2024 hasta las 3,41 millones de unidades, con lo que consolida su tendencia al alza en el año, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Asimismo, la exportación de vehículos ligeros se incrementó en un 6,82 %, hasta los 2,92 millones, mientras que las ventas en el mercado interno se elevaron un 10,17 % para ubicarse en 1,2 millones, según el informe del instituto autónomo.
El Inegi precisó que el 76,1 % de los vehículos producidos fueron camiones ligeros y el resto automóviles.
Pese a ello, se destaca un desplome del 17,5 % interanual en la producción de Audi (F:NSUG), cuya planta en el estado de Puebla estuvo en huelga del 24 de enero al 18 de febrero por un desacuerdo entre los sindicatos y los empresarios por el incremento salarial para 2024.
También hubo reducciones interanuales en la producción de las plantas de Toyota (TYO:7203) (-15,4 %), de BMW (ETR:BMWG) (-14,4 %), Mercedes Benz (-9,9 %) y Stellantis (-9,8 %).
Tan solo en octubre, la fabricación de vehículos ligeros en México se elevó un 1,05 % interanual hasta las 382.101 unidades.
Mientras que la exportación en el octavo mes del año se elevó un 5,04 % con 332.356 vehículos.
Además, la venta interna aumentó en un 7,03 % a los 122.051.
La importancia de la industria automovilística para México radica en que representa casi el 4 % del producto interior bruto (PIB) nacional y el 20,5 % del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
La información del Inegi proviene de 23 empresas afiliadas a la AMIA y otras cuatro compañías.
El sector automotor de México recuperó sus niveles prepandemia en 2023, cuando la producción creció un 14,23 % anual, las exportaciones un 15,19 % y las ventas internas un 24,36 %.
El sector repuntó en 2022 con un crecimiento de 9,24 % en la producción, después de la caída del 2 % en 2021 por la escasez de chips semiconductores y el desplome de más del 20 % en 2020 por la pandemia de la covid-19, que obligó al cierre de esta industria durante los primeros meses del brote.