Geoffrey Smith
Investing.com - El coste de prepararse para el 5G hecho mella finalmente en Vodafone (LON:VOD).
El gigante británico de las telecomunicaciones ha admitido finalmente que no puede pagar su dividendo de 4.000 millones de euros y que va a reducir su pago por primera vez en casi 30 años, sólo unos meses después de que el director ejecutivo, Nick Read, se comprometiera a protegerlos.
Es un duro golpe para los gerentes y otros cazadores de ingresos, pero no ha sido inesperado, tras las pérdidas de 6.600 millones de libras del último año fiscal. Las acciones de la compañía han ofrecido una rentabilidad por dividendo de más del 9% las últimas semanas, lo que indica que las especulaciones sobre un recorte de dividendos ya habían sido tenidas en cuenta.
Las acciones suben ligeramente este martes, coincidiendo con un discreto repunte de los mercados europeos tras la volatilidad inducida por la guerra comercial del lunes. A las 10:30 horas (CET), subían un 2,3%, superando al FTSE 100 del Reino Unido, que subió un 0,7%. El índice de referencia Euro Stoxx 600 sube un 0,4% hasta 373,94 puntos, dejándose aun así un 2% en términos semanales.
Con 30.000 millones de euros de deuda neta y el coste de pagar el espectro del 5G que en gran parte está por venir, la compañía lleva pareciendo financieramente débil algún tiempo. Los traspiés en sus operaciones en España e Italia no han ayudado, y la adquisición de los activos alemanes de Liberty Global (NASDAQ:LBTYA), que debería proporcionarle un gran impulso en el mayor mercado de Europa, no parece ir a cerrarse hasta julio.
Hasta que dichos activos empiecen a reportar dinero, Vodafone recurrirá a otras formas de recaudar o ahorrar dinero. Ha anunciado que venderá su negocio de Nueva Zelanda a un consorcio liderado por Brookfield por 2.200 millones de dólares. No es tan difícil ver que su negocio australiano va por el mismo camino, después de que los reguladores vieran frustrada su mejor esperanza de éxito allí la semana pasada al descartar su propuesta de fusión con TPG.
En Europa, ha firmado acuerdos para compartir infraestructuras con otros operadores ya existentes. Una vez que los acuerdos estén en vigor, Vodafone dice que intentará monetizar su negocio de torres —un área que ha generado algunas llamativas altas ofertas de fusiones y adquisiciones en otros lugares en Europa recientemente.
Para los inversores, las acciones siguen ofreciendo una respetable rentabilidad del 5,77% y Read prometía este martes una política de dividendos "graduales" en el futuro, con el objetivo de reconstruir el pago en cuanto la deuda descienda 2,5 veces el EBITDA.