por Patricia Guerrero Medina
Infosel, julio. 10.- Leobardo, un directivo en el área legal de una inmobiliaria que tiene su sede en Ciudad de México, enfrenta una situación que lo apremia y mantiene en constante incertidumbre: la incapacidad, por diversos obstáculos gubernamentales, para concluir algunos de los proyectos que inició hace tiempo la compañía para la que trabaja.
La preocupación del abogado es que al no poder ni terminar ni entregar dichas construcciones, por la suspensión de actividades que han decretado autoridades locales, su empresa enfrenta pérdidas millonarias que crecen mes con mes. Si tal situación no cambia, la condición actual de las obras podría derivar incluso en despidos de personal por la imposibilidad de la inmobiliaria para cubrir los sueldos de sus trabajadores.
"Tenemos dos torres, una de vivienda y otra de oficinas, una de más de 20 pisos, que no podemos entregar ya que nos suspendieron la obra y hasta la fecha Invea [el Instituto de Verificación Administrativa] no nos ha resuelto la situación a pesar de que hemos verificado que todos los permisos estén en orden y aunque ya nos reunimos con varias instituciones responsables como la Secretaría de Desarrollo y Vivienda (Seduvi), que confirmaron no encontrar un conflicto", dijo Leobardo en una entrevista, solicitando no mencionar ni su apellido ni el nombre de su empresa para no entorpecer las labores que realiza para poder levantar la suspensión.
Este caso, sin embargo, no es el único en la capital del país. Otros desarrolladores y constructores han también sufrido este año el impacto de la política emprendida por el gobierno de Ciudad de México, encabezado por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, de paralizar obras hasta concluir el proceso de revisión de los permisos que otorgó el gobierno anterior.
Si bien es comprensible que el nuevo gobierno quiera revisar, a través de Seduvi y otras instancias, las condiciones bajo las cuales operó la administración anterior a fin de corroborar que dichas autorizaciones estén en regla, la cantidad de obras detenidas hasta ahora, cerca de 200, de acuerdo a un comunicado de la dependencia de junio; más el tiempo que está tomando al nuevo gobierno capitalino para desahogar esas revisiones, está, para algunos, no sólo causando estragos a empresas inmobiliarias, sino incluso dañando el desempeño económico de la capital y por ende del país.
Las actividades de construcción en México tienen un importante peso ya que llegan a representar cerca de 7% del producto interno bruto, o bien, una cuarta parte del total de las actividades económicas secundarias.
Muchos así temen que si las autoridades capitalinas no aceleran su proceso de revisión, esa política podría causar incluso daños a los esfuerzos del presidente Andrés Manuel López Obrador por reactivar el crecimiento económico del país.
"Que el sector esté un tanto detenido… limita el crecimiento en diferentes ramas industriales", dijo a Infosel Carlos González, director de análisis y estrategia bursátil de Monex Casa de Bolsa. "Tiene implicación en cerca de 70 ramas industriales, en cuestión de generación de empleos y no ayuda en medio de un escenario de desaceleración global".
Los trámites a revisión están repartidos en diversas instituciones que dependen de Seduvi, como es Invea, el cual está encargado de verificar el cumplimiento del proyecto una vez que inició su construcción. Además, esas tareas de supervisión también dependen de las 16 alcaldías que conforman el gobierno de la capital del país y que además supervisar los trabajos de las obras en materia de protección civil y respeto al uso de suelo.
Desde el 5 de diciembre, día en que entró en funciones el actual gobierno capitalino, Seduvi ha atendido 125 solicitudes de polígonos de actuación --o de la superficie delimitada del suelo integrada por uno o más predios-- y que estaban pendientes desde la administración anterior.
De esas solicitudes, la dependencia ha dado ya el visto bueno a más de 50%, de acuerdo con funcionarios de la dependencia consultados por Infosel.
Si bien es cierto que no existe una parálisis total en el sector de la construcción en Ciudad de México, desde que asumió Sheinbaum la jefatura de gobierno hace siete meses el valor de la producción de las empresas constructoras ha caído 15% en la capital en los primeros cuatro meses de este año, en comparación con el mismo periodo de 2018, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco), que elaboró un estudio a partir de datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A nivel nacional, ese dato representa una caída de 3.6%, ya que la capital del país es la que registra la mayor actividad en términos de construcción a nivel nacional. Claro que otras entidades relevantes en el país, como son los estados de Jalisco y Estado de México, también han mostrado caídas en la actividad constructiva este año, lo que agrava el impacto de la desaceleración de esa actividad en el desempeño económico nacional.
El gobierno capitalino, en específico Seduvi, aclaró que el proceso de revisión no tiene más finalidad que poner orden en el sector a fin de tener un mejor control sobre esas actividades.
"Seduvi de ninguna forma ha detenido ni ocasionado afectaciones al desarrollo de la Ciudad de México, únicamente tiene el firme propósito de aplicar el orden y la legalidad que permita la inclusión y el respeto de los derechos de las personas", dijo la entidad.
El problema es que algunos, como la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), la organización que vela por los intereses de más de 80 de las principales empresas del sector y que tiene en la capital del país gran parte de sus inversiones, parecen no poder hacer que las autoridades aceleren esos procesos de revisión para lograr destrabar los proyectos hoy parados o aquellos que algunos desean comenzar.
La organización tiene cuantificados al menos 88 proyectos de sus asociados que actualmente están detenidos en Seduvi. Esos proyectos están en proceso de conseguir un estudio de impacto urbano, uso de suelo o de polígono de actuación, de acuerdo con María José Fernández, directora general de ADI.
"Hemos participado en mesas de trabajo con Seduvi en donde estamos revisando todos los proyectos de los socios de la ADI para que tengan la certeza total de que todos cumplen con la normatividad vigente", dijo Fernández en entrevista. "Hemos ido avanzando en esas mesas de trabajo, estamos esperando que se puedan hacer más expeditos los procesos, puesto que el avance ha sido un poco lento".
Los socios de ADI invirtieron más de 36 mil millones de dólares en proyectos inmobiliarios a nivel nacional en el sexenio anterior. De esa cantidad, 43% fue para proyectos en Ciudad de México, lo que refleja la importancia de la capital para la organización y para la construcción de bienes raíces.
Claro que la tardanza en la reactivación de expedición de los permisos y demás requisitos, no solamente tiene impacto en las inversiones y sus empresas. En riesgo están también fuentes de empleo bien remuneradas.
"De estos proyectos que nosotros sabemos que están detenidos tenemos más de 30 mil empleos que están detenidos", dijo Fernández y aseguró que la cifra asciende a 70 mil puestos de trabajo si se toma en cuenta a las industrias que giran en torno al desarrollo de los proyectos, como la cementera o de servicios.
La afectación de empleos se está cada vez más reflejando en las cifras mensuales de trabajadores de la construcción con seguridad social.
En los primeros seis meses del año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), o la entidad encargada de brindar servicios de salud a los trabajadores de empresas privadas en México, reportó seis caídas consecutivas --que van de entre 4.8 a 11.3%-- en el número de trabajadores de la construcción, permanentes y eventuales registrados en Ciudad de México. Esos son los peores registros en los últimos 21 años y solo son superados por las cifras reportadas a inicios de 2009, en tiempos de la llamada Gran Recesión económica mundial.
Las caídas son incluso apenas superiores a los descensos de los primeros seis meses de López Obrador como jefe de gobierno en 2001.
El freno a las construcciones de Ciudad de México incluso contribuyó a que a nivel nacional también cayera el número de empleados de la construcción registrados. Primero hubo un tenue aumento en el número de registros en diciembre (0.6%) y enero (0.4%), pero a partir de febrero registra caídas que llegan a ser de hasta 2.1%, el peor inicio de sexenio de los últimos cuatro cambios de gobierno.
El empleo no es lo único que sufre un impacto a nivel nacional por el freno de las construcciones en Ciudad de México.
El Producto Interno Bruto (PIB) también se ha visto afectado, ya que la capital aporta alrededor de 18% a ese indicador y el sector de la construcción en la principal urbe del país representa 4.5% de ese porcentaje, de acuerdo con Gabriel Casillas, director general adjunto de análisis económico y relación con inversionistas de Grupo Financiero Banorte, el segundo mayor prestamista del país.
Para el especialista, el freno al sector en la capital resta ya 17 puntos base al estimado del PIB elaborado por el grupo financiero --de 1.5% para este año--, pero de prolongarse en la segunda mitad del año, su estimación del crecimiento económico de 2019 podrían reducirse a 1.1%.
"Lo que estamos esperando ver es si en la segunda mitad del año se van a retirar esas suspensiones, se van a permitir que continúen estas obras o si va a seguir así", dijo Casillas en el análisis de la perspectiva económica que realiza el banco mensualmente.
Para Enrique Téllez Kuenzler, presidente de ADI, que entre sus filas cuenta a empresas como Gicsa y Artha Capital, además de desarrolladores de vivienda como QuieroCasa, estas estimaciones muestran la importancia de Ciudad de México en la economía del país.
El empresario, que asumió la presidencia de la asociación en marzo, se dijo optimista en que el ritmo de las obras será recuperado en el segundo semestre del año, pero descartó dar, por el momento, una cifra estimada de inversión en la capital para 2019.
"Obviamente las transiciones tienen un impacto negativo, lo podemos ver en cada cambio de gobierno", dijo Téllez. "Estamos poniendo nuestro mejor esfuerzo para que este segundo semestre del año tengamos una reactivación de la economía para lograr un bienestar para todos".
*En esta historia colaboraron Michelle del Campo, Mariana Rodríguez y Francisco Delgado.
