El mercado del crudo negocia indeciso en el arranque de la semana, con los inversores aún preocupados por la creciente actividad petrolera estadounidense, en un momento en el que los grandes productores tratan de reducir sus niveles de bombeo para impulsar los precios.
Pasado el mediodía en Europa, el crudo ligero de Texas cotizaba prácticamente plano, pero en terreno positivo, por encima de los 53 dólares por barril. Por su parte, el Brent londinense se anotaba un mínimo descenso y negociaba en 55,66 dólares.
El número de plataformas petrolíferas operativas en Estados Unidos se elevó a su nivel más alto desde noviembre de 2015 durante la última semana, según los datos de Baker Hughes (NYSE:BHI). En concreto, el país norteamericano sumó 15 instalaciones más, hasta un total de 566.
La creciente actividad estadounidense podría contrarrestar los esfuerzos de la OPEP y otros once productores liderados por Rusia para reducir la sobreoferta global, con una rebaja conjunta de la producción de casi 1,8 millones de barriles al día.
Las primeras indicaciones sobre el cumplimiento de estos acuerdos apuntan a que el cártel habría efectuado un recorte de 900.000 barriles diarios en enero, según Petro-Logistics, una firma que sigue la oferta de la organización.